
¿Vale todo en nombre del fomento de la lectura?

El pasado 5 de marzo, la Organización Española para el Libro Infantil y Juvenil (OEPLI) firmó un convenio de colaboración con la cadena de restauración McDonald’s. Mediante este convenio McDonald’s patrocinará la 60 edición del Premio Lazarillo que OEPLI, con la colaboración del Ministerio de Cultura, convoca anualmente. OEPLI asesorará y colaborará con McDonald´s en las campañas de promoción de la lectura infantil y juvenil que ha programado para este año. McDonald´s ha lanzado el programa Happy Readers en España, que trae a nuestro país una iniciativa ─que está en marcha en otros países como Nueva Zelanda o Malasia y de la que ya informábamos en Publishnews─ que ofrece la posibilidad de que las familias elijan entre un juguete o un libro con el menú infantil. Para 2019 se repartirán 12 libros de la autora inglesa Cressida Cowell, autora de la saga infantil Cómo entrenar a tu dragón. Con el lanzamiento del programa en España serán más de 85 países los que dispondrán de esta opción a la hora de elegir el menú infantil. En España, esta iniciativa está respaldada por la OEPLI. Según informan desde la Organización, a través de esta colaboración, ambas entidades buscan unir esfuerzos para fomentar la lectura entre los más pequeños, a la vez que se potencia el apoyo a jóvenes autores y se impulsa la literatura infantil y juvenil en España. Como parte de esta colaboración conjunta, McDonald’s patrocinará el Premio Lazarillo de literatura infantil y juvenil, el más antiguo e independiente de los convocados en las lenguas de España, que este año alcanza su 60 edición y que premia la creación literaria y contribuye a dar una mayor visibilidad y reconocimiento a autores e ilustradores. La pregunta que cabe hacerse ante esta colaboración es ¿vale todo en nombre del fomento de la lectura? Nadie niega la posibilidad de que un niño pueda convertirse en un futuro lector si llega a sus manos un libro que le resulte atractivo. No obstante, es imposible no pensar hasta que punto es positivo regalar libros como valor añadido a la «comida basura». ¿No choca frontalmente el apoyo institucional a este proyecto con las datos que colocan a España a la cabeza de Europa en obesidad y sobrepeso infantil? Y, sobre todo, ¿por qué el Gobierno español deja de patrocinar un premio que impulsa la literatura infantil y juvenil y lo pone en manos de una empresa extranjera que pretende proyectar su imagen como promotora de la infancia?