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Un cliché literario: Bad boys y su popularidad

Un cliché literario: Bad boys y su popularidad

En la literatura, estos misteriosos e incomprendidos seres aparecen quizá desde el siglo XIX, pero no como los conocemos hoy en día.


Un texto de Samantha G. Núñez

Durante muchos años, la presentación de un personaje masculino, alto, fuerte y convencionalmente atractivo que a su vez es retraído y quizá un poco cínico ha sido una fórmula de éxito tanto para el cine como para la literatura. Pero ¿cómo surgen estos personajes? En la literatura, estos misteriosos e incomprendidos seres aparecen quizá desde el siglo XIX, pero no como los conocemos hoy en día. Los primeros antecedentes recaen en el héroe byroniano (nombrado así por Lord Byron) y, como se podría llegar a suponer, estos son una ramificación del héroe romántico. Un ejemplo de la influencia de Byron para la creación de este héroe se observa en la novela de Cumbres Borrascosas, donde Heathcliff cumple con características tales como ser enigmático, excluido o solitario, conflictivo consigo mismo o con aquello que le rodea y un pasado que le acecha; el Sr. Darcy es otro ejemplo en donde otra vez se cumplen los requisitos.

No obstante, poco a poco, las raíces que surgen de este esquema de héroe se desdibujan y, conforme pasa el tiempo, la gente encuentra nuevas formas de presentar a este personaje. El héroe byroniano de la actualidad rescata algunos de los rasgos que lo integraban. Ese misterio y aura petulante permanecen, al igual que el pasado conflictivo que provoca empatía y excusa los malos tratos, lo cual es esencial para que el personaje siga siendo querido; por ejemplo, el vampiro de Anne Rice, Lestat. Sin embargo, al pasar los años se ha jugado mucho con este límite, llegando a crear personajes deplorables que otorgan al lector la fantasía de transgredir y elegir la opción peligrosa y/o dañina. Dicha opción suele recaer mucho más en el abuso y desprecio que en cualquier otra característica (exceptuando, por supuesto, el atractivo) de este héroe tergiversado. La razón de su popularidad actual es entonces, la familiaridad que se tiene con estas tramas, el deseo de transgresión al elegir lo incorrecto por gusto y la fantasía de redención que rodea a dichos personajes.

Bibliografía

Bates, J. A. (1949). The Byronic Hero. Manuscripts, 17(3), 9.

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