
#TRANSLATORSONTHECOVER: La campaña que visibiliza a los traductores

#TRANSLATORSONTHECOVER: La campaña que visibiliza a los traductores y que insta a los editores a que incluyan el nombre de quien traduce sus obras en las cubiertas de los libros.
A principios de este mes de octubre, la traductora Jennifer Croft y el escritor Mark Haddon iniciaron la campaña #TranslatorsOnTheCover para convencer a los editores de la necesidad de incluir el nombre del traductor en la cubierta del libro:
Es gracias a los traductores que tenemos acceso a las literaturas del mundo pasadas y presentes. Gracias a los traductores no somos meras islas aisladas de lectores y escritores que hablan entre sí, escuchándose sólo a sí mismos.
Los traductores son la savia del mundo literario y del comercio del libro que lo sustenta. Deberían ser debidamente reconocidos, celebrados y recompensados por ello. El primer paso para lograrlo parece obvio.
A partir de ahora pediremos, en nuestros contratos y comunicaciones, que nuestros editores garanticen, siempre que se traduzca nuestra obra, que el nombre del traductor aparezca en la portada.
A día de hoy la han firmado autores como Neil Gaiman, Philip Pullman, Olga Tokarczuk, Max Porter y Bernardine Evaristo. A raíz de esa carta, Vasos comunicantes (la revista de ACE Traductores) pidió a los socios de ACE Traductores que enviaran imágenes de las cubiertas de libros traducidos al español en las que apareciera el traductor para sumarnos, de esta forma, a la campaña.
Si bien la Ley de Propiedad Intelectual española dice bien claro que el nombre del autor (en nuestro caso, de obra derivada) debe figurar en lugar destacado, lo cierto es que dista de ser algo habitual. En tres Trujamanes, publicados en 2012, aparecía una breve relación de editoriales que ponían el nombre del traductor en la cubierta del libro, y lo cierto es que, casi una década más tarde, no se aprecia un aumento considerable de esta práctica. El pretexto más común suele hacer referencia al diseño o al deseo de no confundir al lector con exceso de información. Sin embargo, el nombre del traductor acostumbra a aparecer en un cuerpo de letra tan pequeño que difícilmente puede considerarse que impida una lectura cómoda del nombre del autor y el título de la obra.