
Se reduce el préstamo de libros en las bibliotecas españolas

Biblioteca de Turismo y Finanzas de la Universidad de Sevilla | © Universidad de Sevilla Continuamos analizando el Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros 2018 publicado por la Federación de Gremios de Editores de España. El miércoles nos centrábamos en analizar los hábitos lectores de los españoles. Ayer, jueves, profundizamos en los patrones de compra de libros, hoy profundizaremos en el papel que juegan las bibliotecas y la utilización de este espacio por parte de los residentes en España. De entrada, el primer dato que nos llama la atención es el descenso de la asistencia a las bibliotecas por primera vez en la última década. Si en 2017 el porcentaje de españoles que asistió a una biblioteca o bibliobús alcanzó el 31,9%, casi 4 puntos porcentuales más que a principios de la década, en 2018 se registra que solo un 31,2% de los españoles piso una biblioteca. Este dato quizá nos pueda sorprender a aquellos que vivimos en ciudades con universidad donde estamos acostumbrados a encontrar, de manera habitual, un letrero en la puerta que reza «Salas de estudio y lectura completas». La primera pregunta que hemos de hacernos es cuál es el papel que juegan las bibliotecas en la sociedad española actual ya que también el número de socios desciende hasta un 35%. El descenso de los socios, especialmente entre los más jóvenes, merece un análisis más exhaustivo por nuestra parte si queremos poder sacar conclusiones para el mercado editorial y sobre el futuro de las bibliotecas. Si analizamos los números totales nos encontramos con que hay más españoles que son socios de alguna biblioteca que españoles que hayan asistido a una el año pasado. Sin embargo, cuando analizamos la franja de edad entre los 14 y los 24 años estas cifras se invierten. El 55% de los españoles entre 14 y 24 años asistieron a una biblioteca el año pasado, muy por encima de la media española, pero solamente el 51,2% es socio de una biblioteca. Esta diferencia de cifras, a priori irrelevante, nos debería llevar a un peldaño más de análisis ya que la asistencia a las salas de estudio y lectura de las bibliotecas está abierta a todo el público, sin embargo, el carné es necesario solamente para el acceso al préstamo de materiales. Con estos datos podríamos deducir que los jóvenes españoles ven la biblioteca únicamente como una sala donde estudiar y hacer las tareas escolares. De hecho, el 68,4% de los jóvenes usuarios de bibliotecas entre 15 y 18 años afirma ir a la biblioteca a estudiar frente a un 40,5% que utiliza el servicio préstamo de libros. En general el préstamo de materiales en las bibliotecas se reduce también año a año. En el último trimestre solamente el 46,2% de los asistentes a bibliotecas tomaron prestado algún material, una cifra muy inferior al 53,5% del mismo periodo de 2017. Este descenso en general no se nota tanto en el préstamo de libros que pasa de suponer un 44,9% a un 44,7%. Respecto a las actividades que realizan en la biblioteca sus usuarios el préstamo de libros (65,3%) sigue siendo la principal, especialmente entre el público entre 35 y 54 años con estudios universitarios. En segundo lugar se coloca la asistencia a la sala de estudio (26,1%) porcentaje mucho mayor entre la población menor de 25 años. En comparación con años anteriores cabe destacar el descenso de la asistencia a la biblioteca para usar recursos informáticos y electrónicos (8,9%). Respecto al perfil de usuarios de bibliotecas el usuario es principalmente ocasional, el 30,8% afirma acudir al menos una vez al mes y el 23,5% al menos una vez al trimestre, pero también hay un 27,4% de usuarios que acuden a la biblioteca al menos una vez a la semana. Las bibliotecas preferidas por los españoles son las bibliotecas públicas (90,7%) y, además, crece el uso de las bibliotecas escolares y los bibliobuses u otros formatos de biblioteca. Por último, es importante destacar que las bibliotecas están muy bien valoradas por sus usuarios que les dan una nota media de 8,1 sobre 10.