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Salvemos la biblioteca pública, por Nestor Mir

Salvemos la biblioteca pública, por Nestor Mir

Nestor Mir, Bibliotecario en la BED LAB XXI, nos cede el texto publicado en su blog sobre la salvación de la biblioteca pública. El bibliotecario se pregunta, al empezar: «¿Estoy exagerando al poner este título en esta entrada?, ojalá esté exagerando pero es bastante probable que no».


A la biblioteca pública le está pasando como al medioambiente, tenemos la sensación de que tiene un crédito infinito, cuando en realidad la amenaza de su destrucción está a la vuelta de la esquina.

Y las amenazas son tantas (tantas como las oportunidades): laboratorios ciudadanos, laboratorios de fabricación, makerspaces, fabricotecas, telecentros, fundaciones y museos del siglo XXI, centros sociales, centros culturales, centros juveniles, asociaciones musicales, centros cívicos, universidades populares, la digitalización del conocimiento, y el final del conocimiento impreso, los aularios para estudiantes, la indiferencia política, la indiferencia ciudadana. ¿Quién quiere construir una biblioteca en una ciudad o pueblo para que esté vacía?

Hace unas semanas, Javier Molinero y yo fuimos al Ca Revolta a dar una charla para explicar la idea de la BED LAB XXI. Uno de los asistentes decía que en su pueblo la biblioteca estaba vacía, sin embargo la Asociación Musical no paraba de hacer actividades, y que por lo tanto era normal que el alcalde considerase la inversión en la biblioteca como fallida, por mucho que la construyese respetando la ley de bibliotecas. Le contestamos que por qué razón no se había creado un vínculo entre la asociación musical y la biblioteca, ¿por qué la biblioteca no había abierto sus puertas para nutrirse de la actividad de la asociación musical?

¿Ley de Bibliotecas?

De nada sirve una ley de bibliotecas si no hay un plan estratégico bibliotecario y por debajo de él un plan de acción (y por favor, dejemos de buscar sustitutos, o sucedáneos, un plan de lectura no es más que una de las muchas patas que sustentan el sistema bibliotecario y por sí solo no va a salvarnos de todos nuestros males o puede sustituir un plan bibliotecario real y fuerte hecho por y para las bibliotecas. Las bibliotecas, una vez más, son mucho más que espacios para la animación a la lectura, por mucho que cueste de entender, son mucho más). Las bibliotecas vacías o llenas de estudiantes que justifican las estadísticas de asistencia a las bibliotecas o de actividades culturales sin un lazo real (surgidas desde, por y para la sociedad civil de cada barrio) son la peor publicidad, tanto para los políticos como para la ciudadanía, y es lo que poco a poco las va empujando al abismo. A su desaparición.

Pero, esta sensación, esta percepción de estar pedaleando en el vacío para no llegar a ninguna parte. hacia la nada, ¿es así por todas partes?

En el 2018 disconforme con esta situación decidí ponerme el mundo por montera y salir de mi zona de confort para saber qué pasaba en otras partes del mundo.

Algo por otro lado que debería ser un MUST para cualquier profesional y para cualquier profesión, saber qué pasa en el resto del mundo para saber si lo que estamos haciendo es lo correcto.

Deberíamos perder el miedo a salir fuera de nuestras fronteras para saber qué pasa en el exterior. Debería ser una necesidad profesional el que antes de tomar decisiones, de cualquier tipo, supiéramos qué es lo que ocurre en el resto del mundo, qué supiéramos, si antes de nosotras, alguien ha estado haciendo algo similar, y por lo tanto podemos aprender de su experiencia. Y, por qué no, copiarlo.

Montréal

No voy a volver a contar por aquí los dos viajes que realicé a Montréal, uno en el 2018 y otro en el 2021, no tenéis más que navegar por mi blog, pero sí que quiero destacar que todo nace de la voluntad, para mí está claro, querer hacer algo, querer hacerlo de verdad, no parchear un asunto de cara a la galería, enfrentarlo con seriedad y buscar soluciones reales a medio y largo plazo, es una cuestión de voluntad, de claridad, de buscar un impacto real en nuestras decisiones. De buscar posibilidades de acción concretas, ejemplos concretos de acción. UN CONCRETO.

En mi segundo viaje a Montréal (octubre 2021), no dejé de visitar la biblioteca de Brossard, una ciudad colindante a Montréal cuya directora, a la que volví a entrevistar, tengo el placer de conocer y que puede sentirse orgullosa de la biblioteca que ha logrado batir a lo largo de los últimos años. OTRO CONCRETO

En este segundo viaje mis preguntas eran más afinadas, buscaba la definición de la biblioteca 3er lugar y la participación ciudadana, el tema de mi tesis. Mientras me daba su propia definición me habló de un documento, de un informe que el Ayuntamiento de Montréal había pedido hacer para saber el estado de las bibliotecas en la ciudad.

Este informe, que Suzanne tuvo la amabilidad de hacerme llegar, ha sido la base sobre la que se ha asentado la transformación de la red de bibliotecas públicas en la ciudad de Montréal y de la de todas aquellas bibliotecas de las ciudades colindantes que han creído imponderable subirse al carro del cambio de paradigma bibliotecario.

El estudio es una maravilla, voy a poner solo el índice y el contenido de la introducción, tiene fecha de noviembre de 2009:

Introducción:

«este documento producido por el departamento de bibliotecas de la ciudad de Montreal reúne los datos y las estadísticas más recientes sobre la red de bibliotecas públicas de Montréal. Las bibliotecas públicas de Montréal se inscriben en el corazón de la vida urbana y es esta la razón por la que están igualmente presentes datos sociodemográficos sobre Montréal. Sin pretender la exhaustividad, este documento muestra una imagen del conjunto de las bibliotecas y de Montréal, para una comprensión global de nuestras acciones. En tanto que documento de referencia, será puesto al día con regularidad con el fin de reflejar lo mejor posible la realidad».

Índice

  1. Red de bibliotecas públicas de Montréal
    1. La red en su conjunto
    2. Las superficies dedicadas a las bibliotecas
    3. Las colecciones y algunos indicadores por habitante
    4. La frecuentación de las bibliotecas
    5. El número de préstamos realizados por año
    6. Las hora de apertura
    7. Los programas, actividades y servicios de las bibliotecas (lista no exhaustiva)
    8. La armonización de los sistemas informáticos en las bibliotecas
    9. Los gastos en funcionamiento y equipamiento
    10. El programa de renovación, agrandamiento y construcción de las bibliotecas públicas.
    11. Los recursos humanos
  1. Datos sociodemográficos de Montreal
    1. Demografía
    2. Una gran movilidad de la población
    3. Algunos datos sobre las familias
    4. La madurez escolar
    5. La perseverancia escolar
    6. Algunos indicadores relativos a la pobreza
    7. Algunos datos sobre la vivienda
    8. El mercado de trabajo

¿No pensáis como yo que esta introducción y este índice son hermosos? ¿No creéis como yo que detrás de esta introducción y este índice, detrás de este informe hay algo verdadero?, sí, lo hay, y se llama voluntad de impacto real. Habrá quien dirá, «es que ellos son ricos, tienen mucho dinero», y puede ser que sea cierto, puede ser que sean más ricos que nosotros pero, cuando uno se sube a la montaña, cuando ve la red de bibliotecas desde arriba, lo primero que tiene que hacer es saber qué es lo que quiere hacer. Cuando bajas de la montaña con los Diez Mandamientos, es cuando empiezas a pedir dinero, refuerzos, apoyos, aliados etc., y si no puedes alcanzar todas tus metas en el corto plazo, piensa en el medio y largo plazo. Antes de irte deja asentadas unas férreas bases para que quien venga detrás pueda seguir construyendo a partir de un plan de acción. Porque en realidad, lo que verdaderamente persigues, es la salvación de la biblioteca pública. Y para salvar la biblioteca pública hay que considerarla en la amplitud que se merece, tal y como hace este informe, teniendo en cuenta su función e importancia social, cultural y política en el servicio a la sociedad civil, la comunidad o la ciudadanía.

Salvar la biblioteca pública

Solo con leer el índice y la introducción de este informe cualquiera puede entrever ese deseo de salvar, de consolidar, de fortalecer una red de bibliotecas públicas, la intencionalidad de imprimir un sello, una marca de identidad, una carta de presentación, una declaración de intenciones política, social y cultural: las bibliotecas nos representan queremos que ellas sean detentoras de una voluntad popular, y no solo de cara a nuestra propia ciudad sino también de cara al resto del estado y del planeta.

Además de conseguir este informe, durante mi viaje de octubre de 2021 recorrí varias bibliotecas de la ciudad de Montreal y entrevisté a varios bibliotecarios con la idea de saber cómo podría copiar y trasladar ese proyecto a mi ciudad.

La exposición de estas entrevistas y visitas merecerían una o varias entradas más en este blog, quizás incluso, una tesis. Pero como adelanto explicaré que en Montreal en cada barrio hay un jefe de división (que es un/a bibliotecario/a, en relación estrecha con el/la político/a) un jefe de sección (que es un/a bibliotecario/a) que coordina las bibliotecas de cada barrio, además en cada biblioteca hay varios bibliotecarios y el resto del equipo, que también han seguido cursos de formación bibliotecaria para poder trabajar allí. Salvar las bibliotecas, recuperar su funcionalidad social, su utilidad para la ciudadanía, contar con equipo de trabajadores/as públicos/as sólido, formado y predispuesto a ir en busca de las necesidades de la comunidad. Voluntad política de salvar a las bibliotecas, de ponerlas en el mapa de los servicios fundamentales que las instituciones públicas ofrecen a la comunidad.

Javier Molinero y yo llevamos desde el 2018 modelando nuestro discurso. En un principio ni nosotros mismos sabíamos qué teníamos entre manos.

Proyectos

Desde el 2018 hemos puesto en marcha diferentes proyectos. Junto a las bibliotecàries Salvatges (Néstor Mir, Javier Molinero, María Díaz, David Azorín y Ana Álvarez), en el 2019, pusimos en marcha el primer prototipo de BED en la Marina.

Más adelante, durante el 2021, aún está en marcha, la BED LAB XXI del CCCC, en cuyo proceso de gestación introdujimos una imprescindible herramienta para la transformación bibliotecaria: el laboratorio ciudadano. Esta herramienta nos permitió contar con un grupo de personas que nos ayudaron a determinar cuál podría ser la mejor propuesta para montar la BED LAB XXI en el CCCC. Podéis leer las conclusiones.

Un proyecto que nos ha permitido pensar en el siguiente paso, en el siguiente concreto, en el siguiente prototipo: BED Valencia SXXI, hacia una biblioteca expandida y deslocalizada para un conocimiento compartido en una de las bibliotecas de la xarxa de biblioteques públiques de la ciutat de València. Siguiente paso que va a ser financiado por el Ayuntamiento de València dentro de los PROJECTES D’INNOVACIÓ ORIENTATS A MISSIONS A LA CIUTAT DE VALÈNCIA 2021.

Un proyecto que aunque surge de un bibliotecario y un arquitecto ayudados por una trabajadora social (Clara Ruiz), una gestora cultural (Lucía Sáez) y una community manager (Susana Galbis), en realidad nace de voluntad ciudadana de SALVAR la BIBLIOTECA PÚBLICA. De la conciencia de que sin el apoyo y la voluntad ciudadana no lograremos ni leyes bibliotecarias, ni mejoras profesionales, ni presencia en las agendas políticas de los partidos, ni planes estratégicos, ni planes de acción, y no podremos evitar presenciar el proceso de vaciado del significado de las bibliotecas públicas en favor de nuevas instituciones que habrán sabido capitalizar en su funcionamiento la incorporación de las necesidades e iniciativas de la comunidad en innovación ciudadana y tecnológica.

Sin la comunidad, sin la ciudadanía, la biblioteca pública está condenada, entre todos, SALVEMOS LA BIBLIOTECA PÚBLICA.


Nèstor Mir Planells

Bibliotecario, músico, dramaturgo, escritor y dinamizador cultural. Trabaja desde el año 2009 en la Biblioteca Pública del Estado de València donde puso en marcha la remodelación conceptual de la sala infantil-juvenil y las actividades culturales de la biblioteca. Actualmente trabaja con diversos grupos de personas en proyectos para la redefinición del concepto, el significado y las funciones de la biblioteca pública del siglo XXI y del servicio público nacido de la demanda de la sociedad civil.

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