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Salamandra Graphic también apuesta por el manga

Salamandra Graphic también apuesta por el manga

Catalina Mejía, directora literaria de Salamandra Graphic y Distrito Manga: «sabíamos que el manga llevaba unos años con un crecimiento exponencial, que cada vez dejaba de ser nicho para convertirse en mainstream, que muchos jóvenes llegaban a la lectura a través del manga».


En los últimos años la novela gráfica y el cómic han copado la temática central de muchas ferias del libro y de eventos en torno a la lectura. Esto se debe a que esta categoría ha ido tomando cada vez más fuerza en España. Para refutar esto, hemos querido hablar con Catalina Mejía, directora literaria de Salamandra Graphic y Distrito Manga, con motivo del lanzamiento de una nueva colección de manga que verá la luz en la FIL Guadalajara 2022. 

Parece que el cómic y la novela gráfica han experimentado un boom en los últimos 5 años. ¿Cómo se vive esto dentro del sector? 

En realidad, llevamos más o menos unos 15 años viendo creer el medio de la novela gráfica en España. Es una categoría que se ha ido consolidando paulatinamente durante estos años, ya que no solo ha crecido el número de títulos que se publican sino que hemos logrado llegar lectores que tradicionalmente no eran lectores de tebeos. Es decir, creo que nuestro público objetivo hoy en día es más amplio que el que teníamos hace 20 años. Es innegable que el mundo cada vez es más visual y, debido a esto, el cómic sale reforzado. Nos hemos dado cuenta, como editores, pero también como lectores, de que es un medio con el cual se pueden contar todo tipo de historias y, en algunos casos, pueden llegar a impactar de una forma más directa. La no ficción en formato gráfico, éxitos como MousePersépolisArrugasEstamos todas bien o las adaptaciones de Sapiens de Harari, son claros ejemplos de la efectividad del medio para transmitir mensajes y poner conversaciones en sobre la mesa. ¡Se pueden contar todo tipo de historias con un formato diferente!

Distrito Manga

La influencia del manga en la cultura e incluso en la moda cada vez es más notable. ¿Ha sido esta una de las motivaciones para crear una línea de manga? 

Durante los primeros meses de la pandemia hubo una gran incertidumbre sobre cómo se comportaría el mercado con las librerías cerradas y las dudas de cómo se modificarían los hábitos de consumo en un escenario atípico y sin precedentes para poder adaptarnos. Sabíamos que el manga llevaba unos años con un crecimiento exponencial, que cada vez dejaba de ser nicho para convertirse en mainstream, que muchos jóvenes llagaban a la lectura a través del manga, pero durante la pandemia hubo una explosión en esta categoría. Hicimos un análisis interno y nos dimos cuenta de que en Penguin teníamos un abanico inmenso de sellos y contenidos que abarcaban todo tipo de público, pero nos faltaba el manga. Concluimos que el manga es una categoría en expansión y que además se mimetiza de una manera natural con contenidos de cultura popular como el anime o los videojuegos, así que consideramos que era un buen momento para lanzarnos a crear Distrito Manga.

¿Qué tiene de particular esta colección? 

No podemos perder de vista que este proyecto nace bajo el paraguas de la División Salamandra de Penguin Random House, por lo que, como marca de la casa, nos interesan las buenas historias. Un equilibrio entre la parte gráfica y narrativa, lo mismo que aplicamos en Salamandra Graphic, nuestro sello dedicado al cómic. En Distrito Manga decidimos no centrarnos en una sola demografía, lo sencillo sería enfocarnos en el shonen, que es la que más impacto comercial tiene en la actualidad, pero vimos la oportunidad de apostar por otras demografías, como el shojo, seinen, BL, etc. En definitiva, lo que nos interesan son las historias y la forma en la que están contadas, más allá de la demografía o categoría a la que pertenezcan. Nos interesa también el libro como objeto, cuidar las calidades y sobre todo las traducciones, queremos ofrecer a nuestros lectores un contenido de calidad.

Por otro lado, tenemos una grandísima oportunidad en América Latina, donde estamos convencidos que esta categoría tiene un enorme potencial de crecimiento, por lo que es una gran apuesta para nosotros el lanzamiento del sello en Latinoamérica.

¿Cuál público demanda más la novela gráfica? 

Ahora mismo es muy difícil segmentar nuestros lectores. Anteriormente se consideraba que era para un público juvenil adolescente, pero afortunadamente las cosas han cambiado mucho en los últimos años. Nuestros lectores en Salamandra Graphic son lectores adultos. Pero también estamos viviendo un buen momento en los cómics para niños con el nacimiento de sellos especializados en esta franja de edad. Mamut, Astronave, Astiberri Kids, Salamandra Graphic Kids, etc. Ahora nuestro reto es crear a los futuros lectores de cómic y acompañarlos en toda su vida lectora ofreciendo contendidos que se vayan adaptando a sus intereses.

En el último año, ¿cuál ha sido la apuesta fuerte de Salamadra? 

A principios de año apostamos por Túneles, de Rutu Modan, para mí, una de las mejores historietistas de la actualidad y un referente para todas las mujeres que se han dedicado al cómic y que hasta hace muy poco tiempo estaban invisibilizadas. Una obra maravillosa que invita a la relectura por la cantidad de matices que el lector irá encontrando a lo largo de sus páginas. Otra gran apuesta fue el lanzamiento de la colección Salamandra Graphic Kids, enfocada a los mas pequeños, con la recuperación de la gran obra de Tove Janson, los Mumin y la incursión de Tom Gauld en el universo infantil con El pequeño robot de madera y la princesa troncoY más recientemente, ahora como lanzamiento del otoño, Clase de actuación de Nick Drnaso, autor que ya nos sorprendió en 2019 con Sabrina, primera novela gráfica nominada al premio Man Booker.

Texto: Luis Miguel Rojas

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