
Publishnews en la Feria del Libro de Abu Dabi

¿Queremos una ruta de la seda —y del libro— atlántica o pacífica?
«El emirato ha elegido la cultura como un arma de instrucción masiva.» Laurent Pfaadt , La Florencia del s. XXI, en Hedboscope.
No hace falta un nuevo Marco Polo para contar que esta feria es un cruce de caminos, una apuesta por el crisol de la diversidad de la cultura árabe. Un oasis que recupera la tradición sobre la que se forjó este país, convertido ahora en un hub intercultural. Hemos visto que tenemos una extensa feria abierta a público y profesionales para ver y aprender… y que nos estamos perdiendo.
¿Lo único que nos interesa de la narrativa árabe siguen siendo solo las 1001 noches? ¿O la voz de un occidental inmerso en su mundo? Porque ahora ya no hace falta un taumaturgo que nos ofrezca sus pinceladas, sino que tenemos acceso directo a las distintas voces de lo cotidiano en ese enorme y complejo abanico del oriente árabe.
Y nuestra literatura no llega: las voces principales que representan a los 500 millones de hispanohablantes no llegan a este oasis. No existen García Márquez ni Elvira Lindo. E incluso los pocos libros en español que he visto en alguna estantería de la ciudad (infantiles, promocionales y turísticos) los publican editoriales inglesas y francesas.
Puede que en ese reencuentro familiar, España juegue un papel crítico. Si nos gusta considerarnos una puerta entre oriente y occidente, ya nos va tocando engrasarla, porque parece que no abre muy bien. Esta feria sirve para romper prejuicios, para llevarse una mirada al menos tan abierta como la que se respira en Abu Dabi. Porque puede que nuestros prejuicios estén cerrando, además, las puertas a Latinoamérica.
Aquí va mi dosis de lubricante y aire fresco: he tenido la suerte de conocer a los autores premiados este año, a una editora egipcia y al principal representante de la cultura de Abu Dabi.
Editar divulgación científica

La editora egipcia Fatma Boudy, quien fundó la editorialAl-Ain en el año 2000, es la ganadora del Premio a la Edición y la Tecnología de este año.
Hablamos con Fatma Boudy (El Cairo), ganadora de este año del Premio de Edición y Tecnología y la doctora en Bioquímica quien se ha forjado un perfil de referencia en la edición de divulgación de ciencia, con su editorial Al-Ain, fundada en el año 2000. Fatma ha aunado como pocos la pasión por la ciencia con el arte y la literatura.
En estas páginas hemos comparado más de una vez el papel del editor —la editora en este caso— al mito del héroe —la heroína— que se aventura en lo desconocido para traernos conocimiento. Fatma Boudy cumple perfectamente ese patrón: «Edito ciencia popular porque abre puertas al futuro».
El mejor ejemplo es su bestseller, de la norteamericana Hannah Holmes, The Secret Life of Dust: From the Cosmos to the Kitchen Counter, the Big Consequences of Little Things [La vida secreta del polvo: del Cosmos a la encimera; las grandes consecuencias de las pequeñas cosas]. «El público árabe ha tenido una recepción positiva con mis libros. Creo que tengo un público, unos lectores, a los que les he hecho felices».
Nos cuenta que sus primeros pasos contaron con el apoyo de autores que pronto se convirtieron en colaboradores y grandes amigos, como el científico Ahmed Mostageer y el crítico Samir Sarhan. Tiempo después, la lectura de la novela Al-Ganuby [El sureño], de Abla El-Roweyni —quien luego también se convertiría en un amigo cercano— fue el detonante para lanzar la línea de ficción. En poco tiempo, la novela Temporada de migración hacia el norte, del autor sudanés Al-Tayeb Saleh, se convertía en un best seller.
Fatma conoce muy bien España, incluso afirma que es su país favorito, por lo que está buscando estrechar las relaciones profesionales con editores y distribuidores.
Para quien sepa leer entre líneas, esto es una oportunidad.
El reto de la inclusión

Dr. Ali Bin Tamin y Juerguen Boos en la entrevista
Entrevista con Dr. Ali Bin Tamim, presidente del Centro de Lengua Árabe de Abu Dhabi (ALC) en el Departamento de Cultura y Turismo y Secretario General del Premio del Libro Sheikh Zayed. Editor en jefe de Al- Markaz , Majallat al-Dirasat al-Arabiyya y de la principal plataforma de noticias en línea 24.ae.
En la entrevista que ofreció a un grupo de periodistas (seleccionados por la agencia británica Flint), el Dr, Ali Bin Tamin sacó a relucir este mismo mensaje de mentalidad abierta. «El Premio del Libro de este año, el mayor del mundo del libro árabe, es el más inclusivo». Juergen Boos —el director de la Feria de Frankfurt—, también presente en esta charla, añadió que «esa inclusividad y relevancia del papel de la mujer no se muestra solo por la paridad en la autoría de los seccionados, sino porque la mayoría de los libros presentados también eran de mujeres». Boos aprovechó para recordar que están impulsando la educación femenina, incluso desde los más pequeños: están fomentando los premios de literatura infantil para fomentar la lectura.
La biblioteca de los sueños

La biblioteca de la Cultural Foundation. (Foto de Nicola Bardola.)
Cabe aquí hacer un inciso para constatar que en la visita a la biblioteca pública infantil de la Cultural Foundation pudimos comprobar la abundancia de niñas y mujeres en el centro y que los títulos clásicos occidentales (Tintín, por ejemplo) conviven con los árabes de las más variadas temáticas, ciencias incluidas. Un espacio para la lectura, las artes y la creación que aparentemente solo podría existir en los mejores sueños de la más progresista bibliotecaria de Suecia. Tienen que verlo aunque solo sea online.
Volviendo a la entrevista, la periodista italiana Chiara Comito (ArabPop) preguntó lo que algunos teníamos en mente: ¿por qué deberíamos leer literatura árabe los europeos?
«¿Por qué se tradujo Las 1001 noches? ¿Qué buscaban los europeos en esas historias?» afirmó el Dr. Ali Bin Tamim. «Es una pregunta compleja», siguió «porque lo que me pregunto es qué tenemos que hacer para que los árabes lean literatura árabe». Destacó unas palabras de San Agustín, en sus Confesiones, quien en la Alta Edad media proponía romper prejuicios. «¿Qué buscamos en estas historias? Parte de nuestra historia», afirmó al apoyarse en el lado más humano de la lectura: reconocernos en la universalidad del relato. «Las novelas no son solo una voz, sino varias, como una calle con dos direcciones», concluyó. En este sentido, demostró su interés por la novela española, especialmente la latinoamericana. Según sus palabras, «hay mucho interés en vuestro idioma y la diversidad de las culturas del español, porque además de todas las traducciones que están en marcha tenemos otros proyectos de colaboración en curso».
Otra puerta abierta. Otra invitación a dejar los prejuicios. Otra nueva oportunidad.
Puede que la nueva ruta de la seda —y del libro— empiece a mirar a América. Veremos si optan por el Atlántico o directamente por el Pacífico. Está en nuestra manos.
Un artículo de Antonio Martín.