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Premios Cálamo 2021: el triunfo de unos libreros

Premios Cálamo 2021: el triunfo de unos libreros

Premios Cálamo XXI o el éxito de Paco Goyanes y Ana Cañellas, capaces de conseguir que sus lectores ensalcen la buena literatura. Los galardonados fueron Elaine Vilar, Simón Partal y Eduardo Halfon.


Los premios, de los cuales  ya dimos noticia, se presentaron en rueda de prensa el mediodía del viernes 4 en la librería Cálamo de Zaragoza. Paco Goyanes, orgulloso de que su nómina de premiados presuma en sus contraportadas de poseer el premio que otorga cada año la librería que dirige con Ana Cañellas, avisa: «Los tres libros ganadores no son fáciles, nos interpelan». Feliz de poder celebrarlos este año con cierta normalidad recuperada tras la restricciones de la pandemia, insiste en que «las tres lecturas nos han ayudado a reflexionar sobre lo que nos ha pasado».

La entrega de los galardones, diseñados por Isidro Ferrer, tuvo lugar en la Caja Rural de Aragón a las siete de la tarde, en la misma sala donde Delibes, Virginia Woolf o J. Sender al volver del exilio impartieron conferencias. Estuvieron acompañando a sus autores los editores de Barrett Manuel y Zacarías, Luis Solano de Libros del Asteroide y Miguel Aguilar representando a Penguin Random House ya que el editor de Partal, Jonás Trueba, no pudo asistir; también su distribuidora Verónica García de Machado, así como todos los patrocinadores.

El poeta Alejandro Simón Partal, ganador de Otra mirada con La parcela, definió su novela, que narra la relación entre un profesor español y un refugiado sirio, como «una historia sencilla de amor radical, de abandonarse a sí mismo, de aventuras. Tenemos que aceptar el desamor como parte del amor, así como aceptamos la muerte como parte de la vida. En el amor sufres como un berraco porque todas las historias de amor son desiguales. He querido que fuese una revisión del amor: cuando amamos, nos dañamos. Las fronteras están dentro de uno». Según el autor, toda ficción es autobiográfica, «no digo que haya vivido la relación que mantiene el protagonista, pero sí que he habitado ese personaje». Sobre su escritura insiste en que ha buscado sólo lo esencial, que hay que usar pocas palabras, como en la poesía, que tiene que ser concreta, precisa, honesta. Ha sido su primera incursión en la narrativa, la cual sí considera un género literario porque exige escribir día a día, un trabajo: «sentarme a escribir me ha sanado; la poesía es una mirada, y esa mirada me ha permitido escribir esta prosa». También denunció la decadencia de la figura del maestro en el actual sistema y reivindica el contacto con el alumno y la actualidad de los ensayos de Montaigne: «los libros tienen que ser éticos, agrandarnos».

 

El escritor premiado por su trayectoria con el Extraordinario 2021, Eduardo Halfon y su Canción, recalcó el tinte político de los tres libros premiados. Su  novela, narrada a su vez como una canción, estrofa a estrofa llevándonos hacia delante y hacia atrás en la historia del secuestro de su abuelo en plena guerra civil guatemalteca y de toda su familia, es una pieza más de la gran composición biográfica de toda su obra. En este caso se ha centrado en la figura del secuestrador. Y es que Halfon ha hecho de la memoria y de su trabajo de composición ingenieril una literatura exquisita y breve, su vida por entregas. Como él mismo dijo: «Mi narrativa soy yo». También tuvo palabras de elogio para los libreros de Cálamo: «Hay que tener libreros ferozmente literarios en estos tiempos desalmados».

La exultante ganadora del Libro del año, la cubana Elaine Vilar Madruga, escogido por los lectores con La tiranía de las moscas retomaba el apunte de Halfon y recalcaba que el carnaval poético que resulta su libro sobre la familia de un dictador ha sido posible porque nuestra generación es muy política, y que en su obra puede encontrar referentes cualquier lector español o latinoamericano. «El buen lector busca las claves ocultas, para ellos escribo», y afirmaba que siempre se habla de amor, aunque lo disfracemos de otra cosa. «Me interesaba mostrar cómo una familia se distorsiona, y que un tirano, en su casa, deja de ser quien es para ser el padre de alguien, el esposo de alguien y cómo ese espacio se convierte en una olla a presión».

Quisieron los libreros de Cálamo que el acto lo abriera Paco Cerdà, ganador del premio Cálamo 2020 para resarcirse, pues a causa del confinamiento no pudo disfrutar de los festejos que mereció en su día. El autor, agradecido, clamó que Paco Goyanes y Ana Cañellas deberían tener sueldo público por demostrar que no todo en la literatura pasa por Barcelona y Madrid, arrancando el aplauso del público. Y a ese aplauso nos sumamos. Tiene un gran mérito que estos libreros sigan poniendo en sus mesas literatura de la de verdad, hasta el punto de que sus lectores coincidan en premiar a los que la crítica también reconoce.

Crónica y fotos de Gemma Martínez

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