
Nueva York le declara la guerra a Amazon

Carteles contra la llegada de Amazon a Nueva York | © Queens Neighbourhoods UnitedNombrar Amazon en una librería es nombrar al demonio. Gran parte de los libreros achacan sus problemas económicos a la necesidad de competir contra Amazon. Librerías que necesitan cada vez más fondo para luchar contra la amenaza del todopoderoso gigante de internet que dispone de un fondo inacabable. Y para una librería, disponer de fondo cuesta dinero, mucho dinero. La lucha de David contra Goliat ha comenzado. Para cualquier negocio local competir contra una multinacional como Amazon es competir una batalla desigual. Sin embargo, Amazon ha sufrido su primer revés de la mano de los políticos neoyorquinos y ha abandonado la creación de una nueva sede de la compañía en Nueva York. «Mientras las encuestas muestran que el 70% de los neoyorquinos respalda nuestros planes e inversiones, una cierta cantidad de políticos locales ha dejado claro que se opone a nuestra presencia y que no trabajará con nosotros para construir el tipo de relación requerida para continuar con este proyecto», señaló Amazon en un comunicado realizado el pasado jueves 14 de febrero. Los planes de expansión de la compañía, con dos nuevas sedes en Nueva York y Virginia, no fueron bien recibidos. En noviembre se vivieron multitudinarias protestas que rechazaban la iniciativa. Demócratas de Nueva York, liderados por, entre otros, la recientemente elegida congresista Alexandria Ocasio-Cortez, afirman que con la llegada de Amazon habrá un empeoramiento en las condiciones de vida de la gente, con un alza de los precios de la vivienda. «Amazon es una compañía de mil millones de dólares. La idea de que recibirá cientos de millones de dólares en beneficios fiscales al mismo tiempo que nuestro metro se desmorona y que nuestras comunidades necesitan más inversiones, es algo que preocupa extremadamente a quienes residen aquí», detalló la congresista Alexandria Ocasio-Cortez en una serie de tweets publicados en su cuenta personal. Resultan más que interesantes las protestas debido a que el proyecto de Amazon anunciaba que crearía 25.000 empleos y que dejaría en Nueva York 1.525 millones de dólares. El hecho de que una compañía como Amazon haya tenido que dar un paso atrás en su proyecto de expansión al no recibir beneficios fiscales, abre un resquicio de esperanza al comercio local, incluidas las librerías. El abandono de este proyecto demuestra que la pervivencia de las librerías se juega en la mesa de los políticos.