Mónica Rodríguez gana el Premio XXX Edebé Infantil con su obra «Rey», el terrible caso real de Ivan Mishukov, el niño ruso de cinco años abandonado que vivió en la calle en los años ochenta junto a una manada de perros; con ellos creció, sin saber hablar y buscándose la vida como pudo.
La autora dice no haber querido leer demasiado sobre su historia, que se ha inspirado en él y en la curiosidad que le produjo esa relación con los animales, pues su propio perro «Poe», tras años de convivencia, le ha mostrado que cuando lo mira, hay alguien. Roberto Santiago, miembro del jurado ha destacado su apabullante comienzo y la necesidad apremiante de saber qué ocurre con este niño, y, sobre todo, la calidad literaria del texto; reconoce haberlo leído más de una vez y que, incluso, tuvo que compartirlo con su sobrina Jimena con entusiasmo.
Destaca cómo el protagonista de Ramos describe la depresión: «es escalar una montaña excavando un túnel desde su interior».
Pedro Ramos gana el galardón Juvenil con Un ewok en el jardín, en el que ya en su primera página se avisa de cómo prevenir el suicidio. Surgen de las páginas personajes maravillosos y su protagonista David del que Óscar López, jurado y también entusiasmado con la lectura, destaca cómo describe la depresión: «es escalar una montaña excavando un túnel desde su interior». Resulta una novela valiente, muy musical que aúna la pasión por las aventuras con la necesidad de que la historia te remueva por dentro, que no es necesario ser siempre tan políticamente correctos.
Ramos comenzó a idear su libro cuando se enteró de que la causa principal de muerte entre adolescentes es el suicidio. Desde Publishnews le hemos preguntado si se puso límites a la hora de tratar un tema tan delicado para un público tan influenciable, y su respuesta ha sido contundente: «Tan solo he tenido mucho cuidado con la estructura, que no fuese lineal, para favorecer el mensaje. Hay un Werther pero también hay un Papageno. Siempre, siempre hay esperanza, una luz, un ewok en el jardín; el dolor no es eterno, y no se tiene que triunfar siempre. Lo único que nos salva es el amor».
Este mes de enero de 2022 se cumple 30 años desde que el Premio Edebé de Literatura Infantil y Juvenil empezó su andadura, y hasta hoy, de la mano de su editora Reina Duarte.
Fueron ganadores de la edición 2021 Juan Ramón Santos, con El Club de las Cuatro Emes, y Pablo Gutiérrez, con El síndrome de Bergerac.
El director general, Antonio Garrido, y los miembros del jurado Roberto Santiago y Óscar López han presentado las obras ganadoras. El acto ha contado con la asistencia de los autores premiados.
Han participado en esta edición 239 originales, 144 en la modalidad infantil y 99 en la modalidad juvenil, procedentes de todo el estado y de Latinoamérica. Más específicamente: 140 originales en la modalidad infantil y 99 en la modalidad juvenil, escritas en castellano (193), catalán (29), gallego (9) y euskera (8). Esta es quizás una de las principales singularidades del Premio: que originales en las cuatro lenguas optan a él en igualdad de oportunidades. A lo largo de las 29 ediciones anteriores se han galardonado 39 obras en castellano, 15 en catalán y 3 en gallego.
La procedencia de las novelas es muy diversa, con representación de todas las comunidades autónomas. Las que han enviado un mayor número de originales han sido Madrid (con 92) y Cataluña (con 51). Le siguen Andalucía (con 32), la Comunidad Valenciana (con 12), Aragón (con 10), Galicia (con 9), el País Vasco (con 8) y Extremadura (con 3). Este año también han llegado originales procedentes de Latinoamérica: Argentina, Colombia, Cuba, México, Uruguay y Chile.
Sobre el premio
El Premio alcanza su trigésima edición con un gran número de jóvenes que han crecido y formado como lectores gracias al Premio Edebé (Las lágrimas de Shiva, Trece años de Blanca, Mentira, Los perfectos) y una destacada reputación literaria nacional e internacional. De hecho se ha convertido en referencia obligada entre los autores por la calidad y el amplio reconocimiento de las obras. Títulos como La isla de Bowen, de César Mallorquí, Palabras envenenadas, de Maite Carranza y El efecto Frankenstein de Elia Barceló han sido distinguidos con el Premio Nacional que otorga el Ministerio de Cultura, o Molsa/ Musgo de David Cirici con el Premio Strega, en Italia.
Encabezan la nómina de autores Carlos Ruiz Zafón y Gabriel Janer Manila, seguidos de otros nombres significativos en el panorama de las letras de todo el estado como Care Santos, Beatriz Osés, Andreu Martín, Juan Madrid, Pablo
Guitérrez, Agustín Fernández Paz, o Fina Casalderrey. Los premios tienen 143 ediciones internacionales y se han traducido a 22 lenguas.
El Premio Edebé cuenta con una dotación económica total de 55.000 euros (30.000 € para la obra juvenil y 25.000 € para la obra infantil).
Sobre los ganadores:
Pedro Ramos
Empecé a contar historias desde muy pequeño. No llegaba al suelo del sofá en el que estaba sentado, cuando descubrí el poder de la palabra. Mi primera espectadora fue mi madre, que tuvo que dejar lo que estaba haciendo, planchar, para escuchar la pequeña mentira que solo yo creía verdad. Desde entonces, no he parado de hacerlo. He sido hermano mayor, estudiante con buenas notas en Vallecas, universitario pluriempleado, geofísico, publicista, director de diferentes proyectos audiovisuales, lector editorial, guionista, autor de dos obras de teatro, profesor de escritura. En resumen: leo, escribo y sueño en múltiples formatos.
Mónica Rodríguez
Mónica Rodríguez nació en Oviedo en 1969. Estudio ciencias físicas y trabajó durante 15 años en un centro de investigación. En 2003 publicó su primer libro, Marta y el hada Margarita, al que le siguieron muchos más. Ha obtenido numerosos premios, como el Premio de Novela Juvenil Villa de Pozuelo de Alarcón 2007, el Premio de la Crítica de Asturias por Los caminos de Piedelagua, el Premio de Literatura Infantil Ciudad de Málaga 2010 por La bicicleta de Selva, el Premio Ala Delta 2011 por la novela Diente de León, el premio Villa de Ibi, 2011, por La última función o el premio Leer es Vivir de Everest de literatura infantil en 2013 con La niña de los caracoles. También ha sido galardonada con el White Ravens en 2013 con una novela escrita a cuatro manos junto a Gonzalo Moure.
