
Amazon inaugura su primera librería física en Nueva York

Amazon, el gigante estadounidense de comercio electrónico, inmerso actualmente en un procedimiento judicial, iniciado por la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos, por prácticas monopolísticas continúa su expansión más allá de su web y ha abierto una nueva librería física en Nueva York. El comercio, que tiene un área de 370 metros cuadrados, se ubica en Columbus Circle, frente a Central Park. En ella, los clientes pueden adquirir más de tres mil títulos de distintos géneros.
El concepto de librerías físicas de Amazon nació en 2015, con el objetivo de exhibir los títulos más vendidos en la plataforma. Con esta apertura, Amazon ya suma siete librerías a lo largo y ancho de Estados Unidos. Sobre esta cuestión, Jennifer Cast, vicepresidenta de Amazon Books, declaró que este proyecto creará una experiencia nueva y diferente en un mundo físico «Nuestra receta es conocer los hábitos de lectura y gustos de los lectores de cada ciudad a través de nuestra base de datos».
En base a esa idea no nos sorprende que una de las secciones de la librería se llame «Los libros con más de 10.000 comentarios en Amazon», o que en la entrada se destaquen aquellos libros cuya calificación promedio es superior a las cuatro estrellas.
En 2023, los libros, tanto impresos como en formato digital, representan el 8% del total de ventas online de Amazon en Estados Unidos. Por ello, la firma norteamericana tiene previsto abrir seis librerías físicas más este año, comenzando por Manhattan. En este contexto, Jennifer Cast señaló que el modelo nació en Seattle, sin embargo, el objetivo inicial era adentrarse en Nueva York, considerada la metrópolis neurálgica de la literatura en Norteamérica.
El plan de Amazon es inaugurar entre 300 y 400 tiendas, en las que, aplicará el big data del consumo y gustos de sus clientes. Queda por ver si este modelo podría ser exportable a otras latitudes y mercados. Si bien es cierto que el big data puede resultar un gran aliado a la hora de afinar la oferta editorial, resulta aterrador pensar en un futuro donde la prescripción de lecturas quede en manos de un algoritmo haciendo peligrar la bibliodiversidad e, incluso, limitando la libertad de los lectores.