
La piratería digital registra un descenso acumulado de 20% desde 2018

52% de los consumidores que ha intentado acceder a webs ilícitas se ha encontrado con que habían cerrado o habían dejado de existir, siendo redirigidos a portales tipo Torrent (53%), páginas de redes sociales (23%) o grupos de mensajería (14%).
Por séptimo año consecutivo la piratería digital ha experimentado en España una caída en cifras absolutas, lo que evidencia que se ha alcanzado el punto de inflexión. Desde 2018 registra un descenso acumulado de 20%. En 2021, el acceso a contenidos ilícitos reflejó una reducción de 8%, si bien el volumen de productos culturales obtenidos de forma ilegal ascendió a 5.334 millones con un valor de mercado de 32.492 millones de euros.
El perjuicio para las industrias fue de 2.271 millones de euros. Un daño que también repercutió en las arcas públicas, que dejaron de percibir 653 millones en 2021, lo que eleva a casi 6.000 millones de euros lo que la Administración no ha ingresado en los últimos 10 años en concepto de IVA, IRPF y cotizaciones a la Seguridad Social. El otro gran perjudicado ha resultado ser el empleo, pues la piratería ha impedido la creación en 2021 de 18.716 empleos directos (112.299 entre directos e indirectos).
Estas son algunas de las cifras más relevantes del Observatorio de piratería y hábitos de consumo de contenidos digitales 2021, que elabora la consultora independiente GfK a instancias de la Coalición de Creadores e Industrias de Contenidos y se ha presentado en el Museo Arqueológico Nacional el pasado 14 de septiembre con la presencia del ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta i Llorens y diversos representantes del sector cultural.
Accesos ilegales, lucro cesante y actitudes
En cuanto a los porcentajes de individuos que promueven accesos ilícitos, la industria más afectada ha sido la musical, con 38% de consumidores, seguida del libro (34%, un 1% más que en 2020), las películas (25%), los periódicos (23%), las series (20%), los videojuegos (18%), las revistas (16%), el fútbol (9%) y las partituras (5%, 15% más que en 2020).
El valor total de los contenidos asciende a 30.892 millones de euros, de los que 10.035 corresponden a la música. De hecho, ha sido la industria musical la que ha sufrido el mayor perjuicio. De los 2.271 millones de euros del quebranto al conjunto, la piratería le ha supuesto un daño de 653 millones. Le siguen las películas y series (417), las revistas (306), los periódicos (266), los libros (217), el fútbol (201), los videojuegos (177) y las partituras (33).
Entre las motivaciones que los consumidores declaran para explicar el acceso ilícito a contenidos, las primeras son económicas y las segundas, la facilidad con la que acceden a ellos. Resulta relevante, al tiempo que muy preocupante, el incremento de los usuarios que confiesan que no saben distinguir entre las plataformas que son legales y las que no lo son: 5 de cada 10, cuando en 2020 eran 4 de cada 10. Aumentan también quienes se amparan en la ausencia de consecuencias legales para los piratas (32%) y persisten aquellos que estiman que los productos culturales son caros y de ahí su actitud (54%).
Estas cifras reafirman la necesidad de desplegar mayores esfuerzos para evitar que los contenidos ilícitos estén accesibles y también de intensificar la labor de concienciación por parte del sector y los poderes públicos.
Modos de acceso: del predominio del Google al auge de las nuevas redes sociales
El acceso a los contenidos ilícitos se sigue ejecutando en mayor medida mediante los buscadores (55%), principalmente a través de Google (94%, es decir, más de 9 de cada 10 accesos), pero 2021 ha vuelto a confirmar una tendencia que ya se observaba en 2020: el descenso del uso de buscadores se ha trasladado hacia las redes sociales. Y aunque Facebook y YouTube siguen siendo las más usadas por los consumidores, Telegram (33%) ha escalado significativamente su posición, hasta desbancar a otras como Whatsapp, Instagram o Twitter. Además, otras cada vez más populares, como Dailymotion registran importantes subidas.
Como se señala, los buscadores siguen siendo la puerta de acceso a los contenidos ilícitos, aunque en menor medida que en 2020 (ha pasado del 58 al 55%). Ha habido una escalada de las redes sociales (de 27 al 29%) y los sistemas de descarga directa (de 24 al 27%), mientras que las Apps y el streaming mantienen los porcentajes de 2020. En el caso del streaming online se detecta que ha frenado el ascenso consecutivo que registraba en los cinco años anteriores.
Por lo que respecta a las redes sociales, las grandes beneficiadas por el cambio de tendencia de los usuarios, sobresale el notable incremento de Telegram (de 25 a 33%), que supera a Whatsapp (31%), Instagram (26%) o Twitter (26%). Las preponderantes, Facebook y YouTube presentan un leve retroceso.
Por lo que respecta al equipamiento del que disponen los usuarios, las cifras son muy similares a las de 2020: 2 de cada 10 tienen decodificador IPTV (en 2020 eran casi 3) y 22% ha accedido a una VPN para uso personal (21% en 2020). De igual modo, se mantiene en 40% el número de internautas que han recurrido a tutoriales para saber cómo acceder a contenidos que les interesan y por los que no quieren pagar. Las consultas se dirigen mayormente para la descarga de música (42%), películas/series (41%), la obtención y el uso de una VPN (31%), seguido por videojuegos (28%), libros, periódicos, revistas o partituras (21%), modificar una consola (19%), la utilización de una IPTV (16%), fútbol (13%) y el uso de cardsharing (4%).
Fuentes de financiación: publicidad de apuestas, juegos, contactos, ventas online y grandes marcas, pero también pago directo y opaco
La principal fuente de financiación de los portales de contenidos ilícitos sigue siendo la publicidad, presente en 9 de cada 10 de estas webs, como en pasados ejercicios. Una publicidad mayormente de apuestas/juegos online (45%), venta online (39%), contactos/citas (33%) y marcas comerciales reputadas (31%). De ahí la urgente necesidad de encontrar vías público-privadas de colaboración con el sector de la publicidad en la certeza de que su contribución es absolutamente decisiva para erradicar la principal fuente de entrada de dinero a estos portales.
Una importante novedad en este 2021 ha sido identificar la percepción que los usuarios tienen de esa publicidad que reciben al entrar en los portales de contenidos ilícitos, ya que a 46% le molesta, a 16% le disgusta que esos mensajes publicitarios les persigan por otras webs, al 7% le avergüenza y un porcentaje similar estima que es nociva. Ha aumentado igualmente el número de consumidores que aseguran recibir más publicidad o spam desde que accedieron a los portales ilícitos: 6 de cada 10.
En 2021 se ha producido un importante incremento en el número de internautas que han pagado por el consumo de algún contenido: 1 de cada 4 (24% frente al 20% de 2020). Además, se ha registrado un aumento de los métodos de pago menos transparentes -Paypal (44%) y criptomonedas (11%)- y un descenso del uso de la tarjeta bancaria (45% por 49% en 2020).
Además de contar con la financiación publicitaria o el pago directo, las webs de contenidos ilegales recurren cada vez más, en estos tiempos de metadata a la obtención de datos de sus usuarios para comerciar masivamente con ellos con posterioridad. De hecho, 7 de cada 10 consumidores que han accedido a contenidos ilícitos han tenido que darse de alta, facilitando información personal (mail, cuestionario y teléfono) y a 9 de cada 10 se les ha pedido que aceptaran cookies.
La mejor noticia es que 5 de cada 10 expresan claramente su desconfianza hacia estos portales a la hora de dar información: desde 2019 la desconfianza hacia estos portales ha crecido hasta 47%.
Portales de contenidos cerrados o inexistentes
Otro dato muy relevante es que en 2021, 52% de los consumidores que ha intentado acceder a estas webs ilícitas se ha encontrado con que habían cerrado o habían dejado de existir. Sin duda, no de forma voluntaria, sino gracias a la intensa proactividad de denuncia del sector, a las abundantes mejoras legislativas en vigor y a la creciente eficacia en su aplicación, en especial en vía administrativa, a lo que habrá que sumar el año próximo la exitosa corregulación entre el sector de los contenidos y el sector de los prestadores de servicio-operadores de telecomunicaciones, favorecida gracias al apoyo del Ministerio de Cultura y Deporte.
A 24% de los usuarios les explicaron los motivos de que cierre o inoperatividad, pero al 15% lo redirigieron automáticamente a otros sitios con contenido ilícito, principalmente a portales tipo Torrent (53%), pero también a páginas de redes sociales (23%), grupos de mensajería (14%) y otros (10%).
Efectividad de las medidas
El cierre/bloqueo del acceso a la página web de contenidos ilícitos sigue siendo la medida que se considera más efectiva por parte de los usuarios. Así, 77% considera que cerrar o bloquear es bastante o muy eficaz. La sanción a los proveedores de Internet, tales como operadores de telecomunicaciones, portales y cualquier intermediario del servicio de acceso a internet es valorada como bastante o muy eficaz por 70%, al tiempo que 54% sigue estimando la necesidad de campañas de concienciación social.
Accesos y magnitudes por tipo de contenido
Durante 2021 se experimentó un descenso en los contenidos consumidos de forma ilegal en prácticamente todas las industrias. De hecho, los 5.334 millones de descargas suponen 8% menos en comparación con 2020. La única excepción en esta reducción vino del fútbol, que experimentó una subida del 24% con respecto al año anterior debido, mayormente, a que en 2020 hubo varios meses en que no se emitieron partidos. También las partituras registraron un aumento de 15% en relación con 2020.
El valor global de estos contenidos (32.492 millones de euros) se mantiene casi como en 2020 (-2%) por la subida del coste de los mismos. El perjuicio para las industrias fue de 2.270 millones de euros.
Se constata en todas las industrias un incremento de descargas de aquellos contenidos que tienen menos de un año de antigüedad desde el momento de su comercialización.
Por sectores (libros, revistas y prensa) el comportamiento fue el siguiente en 2021:
LIBROS
En 2021 se contabilizaron 570 millones de accesos ilegales a libros, frente a los 581 registrados el año anterior. El valor de mercado de lo descargado ascendió a 5.086 millones de euros (217 millones de perjuicio para la industria editorial), con una ligera caída de 1%. La peor noticia para esta industria ha sido el incremento en un 1 punto del porcentaje de consumidores que se han decantado por las formas ilegales, que se ha situado en 34%, frente al 33% de 2019 y 2020.
Como ha sucedido en el resto de las industrias, las novedades editoriales de menos de un año han acaparado 50% de los accesos, frente al 44% del ejercicio anterior.
PRENSA
En 2021, 23% de usuarios ha accedido ilegalmente a periódicos, con la descarga ilícita de un total de 280 millones de contenidos, 16% menos que en 2020. El valor de estas descargas también ha sufrido una ligera caída de 16%, situándose en los 419 millones de euros, lo que supone un perjuicio de 266 millones para las empresas editoras. El consumo ilícito de prensa en formato digital (23%) es superior al consumo legal (6%).
REVISTAS
Como en el caso de los periódicos, también el consumo ilícito de revistas en formato digital es muy superior al legal (16% frente al 5%). El pasado año se produjeron 123 millones de descargas, por un valor de 289 millones de euros (306 millones de perjuicio). 2020, 18% de usuarios ha accedido ilegalmente a revistas, descargándose un total de 147 millones de contenidos de forma ilícita, el valor de estas descargas asciende a 346 millones de euros (426 millones de perjuicio). El consumo ilícito de prensa en formato digital (18%) es superior al consumo legal (5%).