
La nueva ley francesa pretende ayudar a las librerías independientes contra la competencia de Amazon

Los legisladores franceses han aprobado una legislación que establece un precio mínimo para la entrega de libros en un esfuerzo por ayudar a las librerías independientes.
Las librerías independientes de todo el mundo han luchado durante mucho tiempo para competir con Amazon.
En Francia el sector del libro va a dar un nuevo golpe contra los oligopolios de la venta al pormenor. En este caso contra un conocido enemigo del pequeño librero: el precio de los gastos de envío.
En 2019, el 20% de los libros vendidos en Francia se compraron por internet afectando gravemente a las librerías. La legislación sobre el precio mínimo de entrega pretende frenar la «competencia distorsionada» contra las librerías independientes.
La legislación, aprobada a principios de octubre, sigue una ley de 2014 que prohibía a los libreros en línea ofrecer descuentos o envíos gratuitos. Durante años, Amazon ha burlado la ley al establecer sus tarifas de envío mínimas en un solo centavo. Pero ahora, el gobierno francés también ha derribado esa laguna.
Se anunciará un nuevo precio fijo antes de que la ley entre en vigor a principios del próximo año. La mayoría de los libreros independientes dicen que normalmente tienen que cobrar entre 7 y 9 euros por pedido de envío.
El gobierno contra Amazon
El gobierno francés aprovecha este mayor apoyo a las librerías independientes para proseguir su guerra contra el dominio de las grandes empresas tecnológicas. En un golpe a Amazon, la nueva legislación en Francia va a establecer un precio mínimo para la entrega de libros, con el fin de detener lo que el gobierno llama «competencia distorsionada» contra las librerías independientes de los gigantes digitales que entregan los libros por un cargo de tan sólo 0,01 €.
La ministra de Cultura francesa Roselyne Bachelot rogó a la nación durante un cierre: «¡No compren libros en las plataformas online!». Ahora el Parlamento francés limita las ventajas de mercado de los gigantes de la red, lo que espera que pueda sentar un precedente para otros países europeos que quieran proteger a las pequeñas librerías.
Amazon advirtió que la nueva legislación que fija los precios de entrega «pesaría sobre el poder adquisitivo de los consumidores» y afectaría a los lectores de las pequeñas ciudades y las zonas rurales. Los políticos franceses argumentaron que las personas que compran libros en línea tienden a vivir en grandes ciudades y zonas urbanas, mientras que las librerías independientes están presentes en las zonas rurales de Francia.
El precio justo o la muerte del sector
Según Geraldine Bannier, ponente de la comisión, si la tarifa es demasiado alta generará «una pérdida de peso muerto para el sector”, mientras que si es demasiado baja “no modificará el mercado». Los sindicatos de libreros quieren apostar por un precio alto, entre 3 y 5 euros, mientras que el sindicato de distribuidores de ocio cultural se inclina por unos 2.90 euros. Estos últimos dicen que si, por ejemplo, el libro de bolsillo de 7 euros te cuesta cinco más con el envío, 12 en total, muchos compradores decidirán dejar de pedir ese libro no solo en librerías independientes, sino en cualquier otro sitio. Una pérdida para todo el sector.