Entrevistamos a Emilio Sánchez Mediavilla de Libros del K.O.: «Publicamos historias reales contadas con todas las armas de la mejor literatura.»
En un momento en el que el ritmo de la actualidad ha superado al devenir natural de las cosas, la editorial Libros del K.O. quiere poner en pausa esa actividad frenética. Su meta final está muy definida: quieren recuperar el libro como formato periodístico y contar la realidad sin prisas y sin estar pendientes del reloj. Por eso, hemos hablado con el editor Emilio Sánchez para descubrir cómo funciona esta cocina a fuego lento.
¿De dónde surge la idea de fundar la editorial?
Libros del K.O. surge del tedio de la situación laboral de algunos fundadores, de los finiquitos de despido de otros, de la inconsciencia de los veintipico de años, de la libertad de no tener todavía cargas familiares, del amor hacia la crónica estadounidense del Nuevo Periodismo, de la fascinación hacia las revistas de periodismo literario que estaban surgiendo aquellos años en América Latina, de la unión lógica de nuestras dos grandes pasiones: el periodismo y la literatura.
¿Cómo definirías tu catálogo?
Historias reales contadas con todas las armas de la mejor literatura.
En lo que se refiere a la edición, ¿cuál parte de la creación del libro disfrutas más?
Me encanta la relación de ping pong que se establece con los autores y las autoras mientras editas un texto, sobre todo con aquellos que repiten y con los que te une una relación de muchísima confianza, incluso amistad. En el otro extremo de la cadena, me entusiasma vender libros en nuestra caseta de la Feria del Libro de Madrid: esa sensación de librero al aire libre durante dos semanas al año es oxígeno para un editor que pasa la mayor parte de su tiempo solo frente al ordenador.
¿Cuál libro/libros has publicado que hayan pasado injustamente desapercibidos?
Es inevitable pensar que la mayoría de los libros publicados deberían haber tenido mucha más proyección, pero si tuviera que elegir dos o tres serían: Negro de Jorge Martínez Lucena, una biografía delicadísima sobre Félix Romeo; La familia que no podía dormir, una fabulosa trama médica que se lee como una novela de aventuras y Detendrán mi río de Virginia Mendoza, un libro sutil y hermoso que inaugura un género en sí mismo: el realismo mágico de no ficción.
¿Y un título por el que hayas luchado del que te sientas especialmente orgulloso?
Por razones obvias, el libro por el que más hemos luchado (no en los suplementos literarios, sino en los juzgados) es Fariña. Estoy orgulloso de la reacción de la editorial y del autor durante los casi seis meses que el libro estuvo secuestrado por orden judicial.
¿Cómo encaras el camino a la Feria de Frankfurt 2022?
Es la primera vez que voy a la Feria de
Frankfurt, así que la ilusión es doble. Más allá de objetivos muy concretos que tienen que ver con la venta de derechos, me interesa palpar el ambiente, conocer a nuevos editores internacionales, volver con nuevas ideas y más energía.