
La Cámara Colombiana del Libro apuesta por el uso de textos escolares

En su informe “Cada niño debería tener un libro de texto”, la Unesco afirma que “la cantidad de recursos que un país destina a materiales didácticos es un buen indicador de su compromiso por ofrecer una educación de calidad para todos”. Esta conclusión surge de los resultados del estudio comparativo entre países de Latinoamérica, que revelan que un porcentaje considerable de niños en la región no cuenta con las herramientas de texto necesarias, lo que afecta directamente su desempeño académico. El caso de Colombia es especialmente crítico en este contexto. Se encuentra dentro del grupo de países en el que el porcentaje de niños que tienen libros educativos de sus disciplinas oscila entre el 16% y el 32%, el rango más bajo de la región. La Cámara Colombiana del Libro quiere incentivar el uso de textos escolares | © Ministerio de Educación de Colombia En 2016, en Colombia, la industria editorial facturó $696.430.264.278, de los cuales 39% correspondían a libros didácticos categoría en la cual se encuentran los textos escolares, lo que reafirma al subsector como el de más peso, por encima de los libros de interés general (31%), científico y técnico (22%), y religioso (8%). A pesar de esto, las compras públicas de textos escolares no son significativas, pues en 2017 el monto apenas alcanzó los 12 mil millones de pesos, comprados a la industria editorial. Según la Unesco, “la cantidad de dinero que un país destina a materiales didácticos es un buen indicador de su compromiso de ofrecer una educación de calidad para todos”.De hecho, el cambio que han generado las tecnologías, el sector se ha venido transformando, ampliando sus contenidos y la manera en que estos llegan a los alumnos. Con esto, ha logrado atender las nuevas formas de acceso al libro y a la lectura. Para Enrique González Villa, presidente ejecutivo de la Cámara Colombiana del Libro, ‘lectura’, ‘libro’ y ‘bibliotecas’ son palabras clave en la construcción de cultura y educación. “Convertir la lectura en una política de Estado es un imperativo para un país que, a mediano plazo, busca elevar los niveles de calidad de la educación como una forma de fortalecer el tejido social y elevar las competencias del recurso humano”, aseguró González Villa. En ese contexto, la disponibilidad de textos educativos es fundamental. Por tal motivo, la Cámara Colombiana del Libro ha iniciado una campaña digital para incentivar la compra y el uso de estos recursos formativos. “Es claro que los recursos educativos de calidad, además de tener coherencia, estructura y alcance, y estar alineados con los requerimientos del currículo, el grado y el curso, otorgan logros en los estudiantes durante su proceso de aprendizaje”, aseguran los editores colombianos. Bajo el hashtag #TextoEscolarConRecursoDigital, la Cámara Colombiana del Libro quiere invitar a todos los actores del libro en el país y en la región para que se vinculen a esta campaña digital y entre todos se incentive el uso de los textos escolares.