
La Asociación de Libreros del Reino Unido acoge con satisfacción el impuesto a los servicios digitales

La decisión del gobierno del Reino Unido de imponer un impuesto sobre los servicios digitales a las grandes empresas de tecnología a partir del próximo mes de abril ha sido calificada como «un paso en la dirección correcta» por la Asociación de Libreros de Reino Unido (BA por sus siglas en inglés). La Asociación de Editores también acogió con satisfacción esta medida. El gobierno del Reino Unido ha publicado un proyecto de ley para los próximos presupuestos y en él incluye un nuevo impuesto del 2%, que se introducirá el 1 de abril de 2020. El impuesto se aplicará a las empresas con ingresos digitales superiores a 500 millones de libras esterlinas (555 millones de euros), cuando de estos ingresos, al menos 25 millones de libras esterlinas (27,8 millones de euros), provengan de usuarios del Reino Unido. Se prevé que el impuesto recaudará 400 millones de libras esterlinas anuales (444,63 millones de euros), para el Tesoro a partir del año 2021. La directora general de la Asociación de Libreros del Reino Unido, Meryl Halls, expresó a la revista The Bookseller que «la BA acoge con satisfacción el compromiso continuo del gobierno con la proposición del Impuesto a los Servicios Digitales, que potencialmente reduce algunos de los desequilibrios del actual sistema tributario.Es un paso en la dirección correcta, aunque no resuelve por sí mismo los problemas más importantes». El año pasado, las librerías del Reino Unido instaron al gobierno a actuar rápidamente con respecto al llamado impuesto Amazon para ayudar a «reequilibrar el terreno de juego» entre los minoristas físicos y en línea, y la BA ha pedido desde hace mucho tiempo una revisión del sistema de tarifas comerciales además de la nueva tasa. Halls añadió: «Como todos sabemos, los impuestos injustos distorsionan los mercados, sofocan la competencia, obstaculizan el comportamiento empresarial e inhiben la innovación. La BA ha argumentado durante mucho tiempo que el actual régimen fiscal y regulador es un sistema analógico para una era digital, y sabemos que las librerías físicas y otros comercios minoristas de venta al por mayor soportan una carga fiscal desproporcionada, pagando 2,3 libras esterlinas en concepto de tasas por cada libra esterlina en el impuesto de sociedades. La reciente investigación High Streets and Town Centres in 2030 realizada por el Comité de Vivienda, Comunidades y Gobierno Local de la Cámara de los Comunes reveló que Amazon paga el 0,7% de su facturación en concepto de tasas de negocios, en comparación con los gastos de las empresas la calle, que oscilan entre el 1,5% y el 6,5%, lo que constituye un desequilibrio chocante. Aunque el impuesto sobre los servicios digitales no pretende resolver el inicuo dilema de los tipos de interés de las empresas, la BA seguirá presionando al Gobierno para que reforme todo el sistema impositivo de las empresas, de modo que tanto el consumidor como las grandes empresas del Reino Unido se beneficien». El director ejecutivo de la Asociación de Editores, Stephen Lotinga, también comentó sobre esta propuesta y dijo que: «La industria editorial acoge con satisfacción la propuesta del gobierno de introducir un impuesto a los servicios digitales. Es importante que todas las empresas paguen la parte que les corresponde de los impuestos si queremos que haya igualdad de condiciones para los minoristas en tiendas físicas. Como Asociación, seguiremos defendiendo ante los responsables políticos que hay que hacer más para garantizar una economía digital competitiva que recompense a los creadores y a los titulares de derechos por sus esfuerzos». El secretario financiero del Tesoro del Reino Unido, Jesse Norman, dijo que: «El Reino Unido siempre ha tratado de liderar la búsqueda de una solución internacional para gravar la economía digital. Este específico y proporcionado impuesto sobre los servicios digitales está diseñado para mantener justo y competitivo nuestro sistema tributario a la espera de una liquidación internacional a largo plazo».