
Italia y Francia conversan sobre la recuperación de su sector editorial

Italia, que en marzo se convirtió en el epicentro de la pandemia de la COVID-19 en Europa está empezando a hablar de la recuperación de su sector editorial. Según la Asociación de Editores Italianos, que informó una disminución del 70 % en el comercio del libro en marzo, la situación está mejorando. Ahora, en julio, la caída se sitúa en 11 % en comparación con el mismo período en 2019. «Los datos que presentamos ahora muestran signos alentadores de recuperación», dijo Ricardo Franco Levi, quien coordinó la encuesta basada en datos de Nielsen e Informazioni Editoriali. El estudio también señala que la recuperación involucra a las librerías físicas. En abril, cuando se flexibilizó el comercio y las librerías pudieron volver a funcionar, las ventas concretadas en las tiendas físicas representaron 52 % del total, mientras que las ventas de comercios electrónicos constituyeron 48 %. Ahora, en julio, el estudio mostró que la cuota de tiendas físicas aumentó 56 %, mientras que las ventas en línea disminuyeron 44%. En Francia el clima es también de optimismo. Entre el 12 de mayo ─un día después de que las tiendas físicas volvieran a abrir gradualmente─ y el 12 de junio, las ventas de las librerías independientes crecieron 29 % en comparación con el año 2019. La información procede del Syndicat de la Librairie Française (SLF), entidad que agrupa a los libreros independientes del país. Sin embargo, en el acumulado anual, las ventas siguen mostrando una disminución del 14 % comparadas con el mismo periodo de 2019. Otra entidad del libro en Francia, el Syndicat de l’Edition Française (SNE), que representa a los editores también es optimista. Cuando las tiendas cerraron en marzo, la organización habló de una pérdida del 30 % para el año. Esta previsión ha sido revisada y hoy los editores estiman que cerrarán el año 2020 con 15 % menos en sus cajas. Esto también se debe a los 230 millones de euros que el gobierno francés ha inyectado al sector desde el comienzo de la crisis. El optimismo francés se refuerza con la rentrée litterarie, la temporada de lanzamiento de otoño que comenzó en agosto y continúa hasta octubre. Incluso se habla de una reanudación de los eventos literarios en septiembre.