
"Estoy seguro de que el mercado de audiolibros crecerá en México más rápido que el de los libros electrónicos"

Fernando Esteves | © Grupo SMEl mercado del libro en México se caracteriza por una gran presencia del gobierno, tanto como editor como comprador de libros. Es por ello que un cambio importante en el mando del país, como el que representa el nuevo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que asumió el cargo el pasado mes de diciembre, siempre puede afectar profundamente a la industria del libro. Carlo Carrenho tuvo la oportunidad de hablar con Fernando Esteves, director general de Ediciones SM en México. Originario de Uruguay y actualmente líder de la división editorial española en el país, Esteves habló sobre la economía, el nuevo gobierno y sus escritores mexicanos favoritos. ¿Cómo ve la economía mexicana en 2019? Este año será atípico hasta que el nuevo gobierno se asiente. Dicho esto, las previsiones más optimistas esperan que la economía crezca justo por debajo del 2%. El gasto público es uno de los principales motores de la economía mexicana, y el nuevo gobierno tendrá que hacer malabarismos con dos objetivos contradictorios: el superávit fiscal y la expansión de las políticas sociales, que fue una de las principales promesas de campaña del presidente. Este contexto es clave si tenemos en cuenta que el 55% de la producción de libros en México, en su mayoría libros educativos, está en manos del gobierno, y que una parte significativa de las ventas de libros están dirigidas al gobierno. En el frente minorista, la mayoría de las librerías mexicanas, alrededor de 1.200 en total, están enfrentando dificultades. ¿Cuáles son sus expectativas para este nuevo gobierno en relación con el mercado del libro mexicano? Históricamente, los gobiernos progresistas de América Latina han favorecido a la industria editorial, en particular a los segmentos educativo, infantil y de jóvenes adultos. No hay duda de que el nuevo gobierno desea que los libros lleguen a más gente. Sin embargo, aún no está claro si el gobierno está tomando en consideración a las editoriales privadas en sus planes para lograr este objetivo. Las primeras declaraciones de los funcionarios públicos de los departamentos de educación y cultura sugieren que el problema del bajo consumo de libros se enfrentará golpeando el lado de la oferta y bajando los precios, y no tanto a través de la promoción de la educación y la lectura. El principal reto es crear lectores, desarrollar consumidores, fortalecer las librerías e invertir en nuevas plataformas promocionales. México es el país de habla hispana más grande del mundo con 125 millones de habitantes, pero no es el que más libros vende, porque el 40% de la población vive en la pobreza. Y para empeorar las cosas, cuatro de cada diez libros son ediciones piratas, lo que constituye un problema muy grave. México acoge el evento más importante del sector del libro en lengua española, la Feria del Libro de Guadalajara. ¿Qué tan importante es esta feria del libro? La Feria del Libro de Guadalajara (FIL) no sólo es una de las más importantes del mundo, sino también una de las más inclusivas. Profesionales del libro, como editores, libreros, agentes, bibliotecarios y promotores de la lectura, comparten la feria con cientos de escritores y miles de lectores. Guadalajara ofrece más de 700 actividades culturales. La edición digital y la venta de derechos están cada vez más presentes cada año. FIL Guadalajara es un lugar muy energético para conocer la literatura mexicana, interactuar con editoriales extranjeras y hacer negocios. ¿Cuál es su opinión sobre el mercado del libro digital en México? ¿Espera que crezca? Según la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (CANIEM) y otros estudios privados, como el realizado por Bookwire, el mercado mexicano del libro digital crece exponencialmente cada año y es el más grande en español de América Latina. Sin embargo, sigue siendo pequeño, en torno al 3% del mercado general del libro. En el futuro, lo digital será más grande que el papel, pero en México, y probablemente en el resto de América Latina, las condiciones nos dicen que tendremos que esperar al menos cinco años para que los libros electrónicos alcancen los dos dígitos. Y esto no es necesariamente una buena noticia. Los editores entienden que tienen que invertir en libros digitales, pero los beneficios son aún inciertos. ¿Y los audiolibros? Empresas como Storytel ya tienen oficinas locales, estudios de grabación, equipos altamente calificados, una buena selección de catálogos y, por supuesto, planes para seguir creciendo en México. No quiero estimar el potencial del mercado de audiolibros en México, pero estoy seguro de que crecerá más rápido que el de los libros electrónicos. La popularidad de los dispositivos móviles y los largos desplazamientos que caracterizan a las grandes ciudades de México ofrecen las condiciones perfectas para el consumo de audiolibros. El reto reside en el desarrollo de un catálogo amplio y atractivo y, sobre todo, en la creación de una cultura de consumo para este tipo de servicio. ¿Qué autores mexicanos se están perdiendo en el mundo porque no han sido traducidos al inglés o a otros idiomas importantes? Se me ocurren algunos nombres, pero no estoy seguro de cuáles de ellos se han traducido o no y a qué idiomas. De todos modos, Héctor Aguilar Camín, Juan Villoro, Elmer Mendoza, Juan Pablo Villalobos, Xavier Velasco, Jorge Volpi, Yuri Herrera, Guillermo Arriaga, Fernanda Melchor y Julián Herbert son, sin duda, interesantes autores mexicanos que el mundo no español podría estarse perdiendo. * Entrevista publicada originalmente en Publishers Weekly en marzo de 2019