
Entre bambalinas de la literatura dramática de hoy

Alberto Conejero: «La literatura dramática siempre contiene la esperanza del encuentro con otras personas en el mismo espacio y tiempo»
Desde la página web están haciendo una profunda divulgación sobre las letras españolas como antesala de todo lo que España tiene preparado como País Invitado de Honor en Frankfurt 2022. Recientemente, han publicado un reportaje en el que tres dramaturgos contemporáneos afirman que el teatro está pasando por un buen momento en España. Además, se animan a contar lo que significa para ellos escribir literatura dramática en la actualidad.
En Publishnews estamos encantados de acercar a nuestros lectores todas aquellas entrevistas, reportajes y noticias que engrandezcan el camino a Frankfurt 2022. Por eso, queremos hacernos eco de esta charla con estos tres prestigiosos dramaturgos contemporáneos:
Dice Lucía Carballal que, si observamos la historia de la literatura en España, algunos de nuestros mejores autores han sido también dramaturgos. No hace falta ni que empiece a enumerarlos. Los nombres afloran rápido. De Lope de Vega a García Lorca, pasando por Fernando de Rojas, Calderón de la Barca, Valle-Inclán o el propio Miguel de Cervantes, todos ellos se desenvolvieron bien en esta práctica que Alberto Conejero define como literatura «híbrida y movediza» y Ernesto Caballero como «escribir en relieve, diseminando en el texto dinámicos embriones de teatralidad».
Más allá de su amor por una vocación que les ha hecho llenar butacas y escenarios, en lo que estos tres dramaturgos contemporáneos coinciden también es en celebrar que son buenos tiempos para el teatro en España. Y no solo por el Premio Princesa de Asturias de las Letras que recibió Juan Mayorga hace unas semanas. Para contarlo, abrimos el telón del teatro español y conversamos con ellos sobre qué significa escribir dramaturgia hoy y cuáles son sus principales tendencias y sus temáticas.
Premio Valle-Inclán por El laberinto mágico, Premio Max a la mejor adaptación teatral por El señor Ibrahim y las flores del Corán y Premio de la Crítica Teatral de Madrid por sus obras Auto y Rezagados, Ernesto Caballero fue reconocido también en el extranjero cuando, en 2019, Francia le distinguió con la Orden de las Artes y las Letras. Actor, director y dramaturgo, además de dirigir con nota el Centro Dramático Nacional durante nada menos que ocho años, está considerado uno de los grandes de la escena española hoy por todo ello. Y es que Caballero siempre tuvo claro que lo suyo era puro teatro.
Los inicios de una vocación
«Desde muy temprana edad me sentí atraído por la lectura de obras de teatro. Disfrutaba íntimamente imaginando posibles puestas en escena. Poco después decidí consagrar mis esfuerzos al arte del teatro, primero como actor y posteriormente como director. Finalmente di el paso a escribir textos con perspectiva de puesta en escena», recuerda el dramaturgo que vuelve de forma recurrente siempre a los grandes autores del siglo pasado como Brecht, Beckett, Ionesco, Pirandello… «También siento debilidad por los humoristas españoles como Ramón, Mihura, Jardiel… Y luego, claro, los grandes clásicos –añade–. Esquilo, Shakespeare, Calderón…».