
Libros en formato App: El reto de transformar sin deformar

Lidia Gómez, quien colabora con Marifé Boix-García en la oficina de la Feria del Libro de Frankfurt, plantea las siguientes preguntas, con motivo de CONTEC, que se celebró en Ciudad de México entre el 15 y el 17 de noviembre: ¿Es posible desarrollar el contenido de un libro en dispositivos diferentes a los tradicionales? ¿Cómo podemos mantener sus características más esenciales en medio de esa transformación?
Las nuevas tecnologías abren caminos hasta hace poco tiempo impensados para todas las industrias creativas, entre ellas la industria del libro. El mundo del libro infantil y juvenil se ha visto expuesto, sin duda, a estos cambios. Y fruto de ellos han nacido ideas y proyectos disruptivos y sugerentes.
Algunos se abordaron en profundidad en CONTEC México 2021 entre el 15 y el 17 de noviembre en Ciudad de México. A un mes de la celebración de este evento, este año bajo el título Sharing Innovation: A New Generation of Children´s Content, algunas de las experiencias compartidas en él siguen completamente vigentes para repensar el futuro —los futuros— del libro y de la lectura con respecto a la tecnología.
Es el caso de «Teary Tiger toasts tomatoes», una app para niños creada por Flat White Byte y basada en el premiado libro homónimo de la ilustradora y escritora Nadia Budde. Verona Meier, productora especializada en cine y medios interactivos y una de las creadoras de la app, afirmó en la mesa «Desarrollando libros para niños en aplicaciones» de CONTEC que lo que hizo que su equipo —formado por productores audiovisuales, animadores y programadores— «se lanzara a llevar cabo este proyecto fue precisamente la posibilidad de explorar lo apenas explorado: «Nos daba curiosidad hacer lo que no habíamos hecho nunca». En medio de ese salto a lo desconocido, afirmó con rotundidad, «fue muy importante para nosotros respetar el contenido del libro».
La App va más allá de digitalizar el contenido del libro. Incluye más de una veintena de juegos e implicó, por ende, ilustraciones adicionales necesarias para la animación y programación de los mismos. El menú de la App gira en torno al personaje principal del libro, el tigre. Cada letra del alfabeto alberga un juego o un vídeo —cuyo contenido se divide en distintas franjas de edad— y hasta que no se han explorado todas las letras el tigre no está satisfecho. «El objetivo es que entretenimiento y conocimiento puedan conjugarse», afirmó Meier.
La palabra «traducción» es un concepto clave para la creadora: para ella, el paso del papel a la app significa precisamente traducir el libro a lo audiovisual, transformar sin deformar. El libro en el que se basa la aplicación, explicó, se define por los trabalenguas y juegos del lenguaje «así que no podíamos perder eso de vista, teníamos que ser fieles a su sentido del humor y a su diseño».
Experiencias inmersivas y multisensoriales, ¿pero cómo?
No perder de vista el contenido, los aspectos más reseñables de un libro o su diseño son precisamente algunos de los puntos más espinosos a los que productores, animadores y programadores se enfrentan a la hora de asumir un reto como éste. Puesto que precisamente los proyectos de este tipo destacan por su carácter híbrido, las muchas confluencias que en ellos pueden llegar a darse.
Otro ejemplo de desarrollo de aplicaciones para niños es Piboco, una biblioteca interactiva, musical, narrativa y animada de libros infantiles creada en Dinamarca y que este año ha dado el salto a Latinoamérica. Su labor está centrada precisamente en adaptar la lectura tradicional de libros ilustrados a los recursos de dispositivos móviles.
Por su parte, Make make en Colombia también ofrece nuevas perspectivas para el universo de la lectura de niños y jóvenes. Se trata una plataforma para instituciones educativas y centradas en la lectura (colegios, bibliotecas…) que a través de una selección de libros interactivos de más de 50 editoriales de América Latina acerca la lectura a niños y jóvenes.
**Fotografía:Verona Meier en Contec México 2021 © Marifé Boix