
El mundo editorial, un archipielago (IV)- Un remanso
Mientras el archipiélago editorial da muestras de interés por convertirse en un continente, gran parte de los actores continúa subsistiendo gracias a sus virtudes menos redituables: la pasión por la lectura y la creatividad. Bautista tiene claro el panorama para las librerías:
«A nosotros nos toca mucho entrarle a la inevitable ola de lo virtual y desplegar nuestra creatividad para hacer sentir cerca al lector. Dar un servicio personalizado teniendo de por medio una pantalla».
Sobre el mismo tema, Gustavo Cruz señala:
«Mucho se dice sobre que somos la parte más creativa del sector, y si esto no es mentira es porque tenemos claro que gran parte de nuestro trabajo es la formación de públicos, es por ello que acompañamos todos nuestros lanzamientos y esfuerzos comerciales con un duro trabajo de difusión: presentaciones, contenido web, lecturas, concursos, etc.»
A pesar de que la campaña “Dependientes de lectores” no llegó a la cantidad pretendida, lo recaudado es muestra de que seguirán existiendo islas de lectores incondicionales, según Cruz:
«La respuesta ha sido muy buena y ha hecho evidente que hay toda una comunidad que nos apoya, que cree en nuestro trabajo y que sobre todo, lee y valora los libros que publicamos».
Todas estas señales indican que la pasión por la lectura y la creatividad son dos de los factores más importantes para sobrellevar este momento que vivimos y que los lectores no han abandonado al sector.
*El artículo apareció originalmente en el portal mexicano de arte y ciencia Al Viso.