
El Gremi d’Editors de Catalunya exige más inversión pública para el fomento del libro y la lectura

Rueda de prensa de Patrici Tixis | © Gremi d’Editors de CatalunyaEl Gremi d’Editors de Catalunya reclama al conjunto de las administraciones públicas más inversión para fomentar el libro y la lectura después de tres años de parálisis política durante los cuales la mayoría de los compromisos anunciados por la administración central, la Generalitat de Cataluña y la Ayuntamiento de Barcelona no se han puesto en marcha. El Gremi urge la necesidad de que haya estabilidad política después de tres años de parálisis en la acción de gobierno. El presidente del Gremi d’Editors de Catalunya, Patrici Tixis, hizo ayer un balance del ejercicio 2019 del sector editorial en Cataluña, con motivo de la celebración de la 34ª Noche de la Edición, y señaló que «espera que este sea el sexto año con crecimiento consecutivo que podría situarse en el entorno del 2%. Este crecimiento sigue impulsado claramente por el libro en papel que supone el 95% del libros que se venden». Las editoriales asociadas al Gremi d’Editors de Catalunya representan más de 370 sellos editoriales y vienen a ser la mitad de la producción editorial del conjunto de España (50,8%). La representatividad que tiene Cataluña respecto de la producción editorial en el conjunto de España se acentúa principalmente en materias como la literatura (más del 80% de lo que se edita en España se produce en Cataluña), el libro infantil y juvenil (65% editado en Cataluña); los libros de divulgación (77% producido en Cataluña); o diccionarios, enciclopedias y cómics (75% editan en Cataluña). Patrici Tixis señaló que 2019 ha sido un ejercicio en el que «el sector ha continuado demostrando su vitalidad y fortaleza pero que lamentablemente no hemos tenido el apoyo de las administraciones públicas que hace tres años anunciaban importantes estrategias para apoyar al libro y ala lectura y prácticamente ninguna de ellas se ha puesto en marcha. Ha reclamado la necesidad de que haya estabilidad política para poder afrontar un plan integral de fomento del libro y la lectura con inversiones públicas y cambios estructurales a medio y largo plazo ». El presidente del Gremi d’Editors de Catalunya ha destacado que «tenemos un déficit de inversión pública en cultura importante, situado en el entorno del 0,65% del presupuesto y creemos que debería estar entre el 1,5 y el 2% para empezar a estar a la altura de los países de nuestro entorno como Francia que destina el 2,5%, según los datos de la agencia europea Eurostat. La Generalitat de Catalunya aprobó hace tres años el «Plan de lectura 2020» en el que se preveía una inversión de 105 millones de euros que no se ha cumplido; el Ayuntamiento de Barcelona, por unanimidad de todos los grupos políticos, aprobaron en 2017 un «Plan del libro y la lectura» que apenas se ha desarrollado y la administración central no ha puesto en marcha ninguna iniciativa importante en este tema y aún está por aprobar la reducción del IVA digital al 4%. Patrici Tixis reconoció que «ha habido iniciativas que se han podido mantener como la campaña «Haces 6 años. Elige un libro» de la Generalitat de Catalunya, o las que se han aprobado del Estatuto del Artista por parte del Gobierno español e iniciativas de apoyo a las librerías por parte del Ayuntamiento de Barcelona, pero llevamos ya tres años de parálisis política que han impedido poner en marcha la mayoría de los compromisos adquiridos previamente». El Gremi d’Editors de Catalunya sigue reclamando un Pacto de Estado para fomentar el libro y la lectura. «Se trataría ─afirma Patrici Tixis─ de que todas las fuerzas políticas acordaran un conjunto de medidas que permitieran fomentar el hábito lector en el conjunto de la sociedad y especialmente en la enseñanza primaria y secundaria; apoyar las librerías, que son el principal agente y dinamizador cultural de muchos pueblos, ciudades y barrios; promover el valor de la creación intelectual y mantener el precio fijo del libro, que quiere decir que los libros tienen el mismo precio en cualquier lugar que se vendan, lo que permite mantener la red de librerías y la bibliodiversidad». Patrici Tixis destacó que «el porcentaje de libros que se piratean a la red sigue teniendo unas proporciones muy elevadas y que, a pesar de las sentencias favorables y el cierre de algunas páginas web, es muy elevado». Citó los últimos datos del estudio de GFK, encargado por La Coalición de creadores e industrias de contenidos, en el que se señala que el año pasado se descargaron 425 millones de libros ilegalmente de la red, un 1 % más que el año anterior, y que esto significaría un lucro cesante del entorno de los 215 millones de euros».