
«El descubrimiento de libros de editoriales pequeñas sin la mediación de un buen librero es casi imposible»

Hoy llegamos hasta Italia para entrevistar a Simonetta Pillon, CEO de Informazioni Editoriali, empresa líder en Italia en cobertura informativa para el mundo del libro. Italia, hasta ahora ha sido el país después China más castigado por el coronavirus. El mercado del libro italiano fue el primero en verse afectado por el Covid-19, el confinamiento y la caída de las ventas.
¿Cómo crees que se verá afectado el mercado del libro? ¿Cuáles áreas o compañías sufrirán más?
El mercado del libro se verá afectado sobre todo en su «bibliodiversidad». De hecho, aunque las ventas se concentren todas en el canal online, especializado en la venta long tail, creo que el descubrimiento de libros de editoriales pequeñas sin la mediación de un librero (de un buen librero) es casi imposible: la oferta es demasiado grande para que un lector ─aburrido por la cuarentena─ pueda encontrar su camino hacia un libro no obvio o no conocido.
Y por lo tanto, ¿quiénes serán los que más sufrirán, además de las librerías físicas en general y las independientes en particular (que en Italia ya estaban pasando por un período difícil)? Creo que las pequeñas y medianas editoriales también sufrirán, tanto por la razón expuesta, como por la menor posibilidad de hacer frente a la situación económica ─¡y financiera!─ con un largo período de cierre de librerías y por lo tanto de ingresos.
¿Qué crees que pueden hacer los profesionales y las empresas del sector del libro para minimizar las pérdidas?
Imaginar nuevas estrategias de marketing, promocionar sus libros en línea mediante las redes sociales y sus páginas web, quizás creando nuevos sitios/blogs/lugares virtuales que permitan a los lectores interesarse por títulos que, por las razones mencionadas anteriormente, de otro modo quedarían sumergidos entre los millones que ya están en el mercado.
Actualmente en Italia hay librerías cerradas que llevan los libros a las casas de sus clientes o editoriales que «adoptan» librerías independientes, editoriales que ofrecen descuentos especiales en ciertos títulos para el período de cuarentena…
Seguramente todas las editoriales y librerías deberían prestar mucha atención a su relación con los operadores en línea, es cierto que en este momento lo online representa la única posibilidad de comercializar sus títulos (o el mercado la única manera de venderlos) y no deben perder esta oportunidad, pero teniendo mucho cuidado con los costos y acuerdos que pueden resultar difíciles de soportar en el futuro.
¿Qué crees que significará el coronavirus para el mercado del libro digital?
Ciertamente es una gran oportunidad para los libros electrónicos y audiolibros que no sufren por el cierre de las tiendas. En Italia los libros electrónicos y audiolibros nunca han superado el umbral de 5% (excluyendo los datos de Amazon), esta podría ser la oportunidad para promover estos formatos de libros y este modo de lectura.
En Italia tenemos también otra complicación, hoy, en medio de la emergencia del Covid-19, entra en vigor una nueva «ley del libro». La ley ha causado mucha discusión en los últimos meses, en particular por la novedad respecto al límite de descuento permitido (en cada canal: librerías físicas, mercado de masas, online ecc, solo en formato papel) que baja al 5%. Se pretendía -entre otros efectos- proteger a las librerías independientes de la presión de los gigantes del mercado (online y cadenas), pero actualmente el mercado está bloqueado excepto para el rubro del libro digital y el canal de comercio electrónico.
¿Cómo ha afectado el virus a tu vida laboral hasta ahora?
Dos tercios de los empleados de Informazioni Editoriali comenzaron el teletrabajo en febrero, antes de que se convirtiera en una obligación. Dos semanas después todos los empleados estaban trabajando en sus casas. Por supuesto que es muy diferente trabajar desde casa unas pocas horas o unos pocos días a la semana, a tener permanentemente en casa a cada uno de los trabajadores. Aunque ya estábamos acostumbrados, convertir todas nuestras actividades profesionales a distancia ha sido un reto, pero la empresa ha seguido ofreciendo sus servicios con continuidad y calidad. A estas alturas aquí en Milán estamos en la tercera semana de cierre total y después de un primer momento en el que hubo un ansia salvaje de contactos (se recibieron decenas de videollamadas incluso de contactos profesionales no especialmente cercanos) esta semana es más «normal» de trabajo, aunque la mayoría de los correos electrónicos empiezan o terminan con una pregunta sobre la salud del interlocutor, sus colegas y su familia.
¿Cuáles libros recomiendas para las personas en cuarentena?
Recomiendo la trilogía de la llanura de Kent Haruf, en español publicada por Literatura Random House.
Creo que son novelas adecuadas para el momento: una narración que se desarrolla en una lenta y somnolienta realidad provinciana en la que nada parece suceder pero que en realidad profundiza en los rasgos psicológicos de los personajes, una situación parecida a la actual inmovilidad de una ciudad ajetreada como Milán que en estos días podría aprender a mirar un poco dentro de sí misma. Y entonces el tiempo disponible para mucha gente es mucho, así que ¿qué mejor que una trilogía que puede acompañarle durante varios días consecutivos de lectura?
¿Qué es lo primero que quieres hacer cuando todo esto termine?
Es difícil de responder, paradójicamente no sufro demasiado de este encierro, lo encuentro en cierto modo descansado, tanto psicológicamente como porque ha eliminado de repente muchas labores cotidianas de los que viven en Milán, donde solo los movimientos entre la casa, el trabajo y las diversas actividades ocupan una parte importante del día y de las energías. Así que por ahora (probablemente en unas semanas pensaré de otra manera), no sueño con grandes fiestas o eventos sociales. Lo que creo que haría -si pudiera- hasta ahora: salir a pasear disfrutando del sol primaveral que brilla afuera, cenar con la familia y los amigos o ir al cine a ver una buena película. Nada sorprendente.