
El bibliocajero que combina servicios para el medio rural de Salamanca

La Diputación charra inserta cajeros automáticos en los clásicos bibliobuses para ayudar a los pueblos sin sucursal bancaria a acceder al dinero en efectivo.
La Diputación de Salamanca ha destinado 18.000 euros a colocar cajeros en los bibliobuses que recorren los pueblos de la provincia para que sea más fácil que los mayores accedan a sus ahorros sin tener que desplazarse si en sus pueblos no hay sucursales bancarias.
El vehículo incluye unos 3.500 títulos entre libros, películas o revistas para cualquier público. Los usuarios miran con curiosidad el nuevo servicio que se les ofrece junto a los libros que aguardan con cada visita mensual. Estas semanas los destacados son los de la fallecida Almudena Grandes y los poemarios que le dedicó su marido, Luis García Montero.
La primera parada llega en Aldearrubia (530 vecinos), donde los salmantinos empiezan a ver las funcionalidades del nuevo cajero móvil. En la imagen, el empleado público Javier Ríos observa a los lugareños que agradecen tener disponible esta nueva opción, aunque los más mayores recelan de la banca electrónica o sistemas de este tipo.
Objetivos del Bibliocajero
Los objetivos del bibliocajero pasan por servir de libros y dinero en efectivo allí donde no hay bibliotecas o cajeros ordinarios. La ruta llega a decenas de pequeñas localidades donde los niños y los mayores la esperan con anhelo. Una de las claves contra la despoblación pasa por, además de atraer habitantes, retener a los que se pueden alejar por falta de prestaciones.
Un problema con los que cuenta la provincia de Salamanca, al igual que otras tantas en España, es la falta de cobertura telefónica. Esta circunstancia provoca que en Aldearubia el nuevo cajero tenga dificultades para proporcionar los billetes que varias personas le están solicitando.
Por este motivo, el bibliocajero nace de la necesidad de miles de personas de acceder a su dinero. Un estudio del Banco de España ha afirmado que la escasez de sucursales lleva a 1,3 millones de españoles a tener que desplazarse para disfrutar de este servicio tan sencillo en las ciudades. Castilla y León es la comunidad más perjudicada.