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Editoriales del Espacio Experimental: Una Feria sin equilibrio

Editoriales del Espacio Experimental: Una Feria sin equilibrio

Editoriales del Espacio Experimental (EEE), así se han autodesignado, las editoriales que durante la 80ª edición de la Feria del Libro de Madrid han sido situadas en las casetas de la isleta central del recinto.


Tras las declaraciones sobre la adjudicación intencionada de las casetas de la isleta central, que han registrado peores ventas que las laterales, tanto las editoriales afectadas (Editoriales del Espacio Experimental) como los lectores acérrimos de éstas han hecho que las redes sociales ardieran. Mientras, las explicaciones del director de la Feria Manuel Gil se limitan a que «para ubicar en el centro a unas u otras editoriales fue una decisión estudiada». «Pusimos en la isleta a editoriales de catálogos pequeños y a aquellas que tienen la necesidad de rejuntarse con otras editoriales», añadió.

Todos los años hay quejas entre las editoriales participantes en cuanto a la distribución de sus casetas. Cada año hay algo injusto para unos y otros. En el Reglamento de este año, donde se encuentran todas las bases para la participación en esta edición, en el apartado de inscripción no constaba que en este 2021 se incluiría ese nuevo espacio en el que, por el tamaño de las casetas, solo cabían las editoriales escogidas.

Cerca de 30 sellos editoriales afirman haber sufrido una gran desigualdad en esta 80ª edición respecto a otras, Manuel Gil planteaba en términos generales un 10%. Aquí decimos que algunas de ellas han vendido hasta un 40% menos. Pero en la isleta central no solo se encontraban las editoriales firmantes, de hecho alguna de las que ha firmado no se encontraba en el centro, sino en los laterales. 80 eran las editoriales o asociaciones agrupadas en la isleta central. Podemos pensar que las 50 editoriales que no firmaron o no les importó o les fue bien o no fueron notificados ni incluidos en el manifiesto por parte del resto de las editoriales firmantes. Las editoriales autodenominadas como EEE han publicado una carta abierta donde aseguran que han «esperado en vano» una respuesta aclaratoria de la organización.

En ella piden explicaciones tras haber vivido una crisis en el sector del libro especialmente difícil, no solo por mantener los negocios y las librerías cerradas, sino por el efecto que grandes empresas como Amazon tienen sobre ellas. Las 30 editoriales firmantes —de un espacio en el que convivían 80, entre editoriales y asociaciones— han sido: Alpha Decay, Altamarea, Apache Libros, Astiberri, Bartleby, Bellaterra, Coco Books, Continta Me Tienes, Demipage, Ediciones Cálamo, Ediciones & Escultura Histórica, Editorial Barrett, El Paseo editorial, David González Romero, Errata Naturae, Fulgencio Pimentel, Gatopardo ediciones, Hermida Editores, Alejandro Roque Hermida, La Línea del Horizonte, Lengua de Trapo, Libros del K.O., Libros del Kultrum, Libros del Zorro Rojo, Menoscuarto, Pastel de Luna, Pepitas, Pre-textos, Punto de Vista Editores, Reino de Cordelia, Tres Hermanas Libros, Xordica.

Beatriz Rubio, presidenta de Efímera Acción Literaria, reclama espacios y festivales para acoger las propuestas más pequeñas y minoritarias. Pero afirma que para que esto salga adelante, «deben tener sí o sí el apoyo de las instituciones y patrocinadores (subvenciones o/y apoyo de patrocinadores). Sin esto es inviable. Ni si quiera a Fulgencio Pimentel ni a Astiberri le puedes cobrar dos mil euros por caseta. Los festivales deben tener apoyo de instituciones para ceder espacios públicos; también se debería animar a las marcas para que se asocien con menos youtubers y con más proyectos que no tienen por qué ser el Botánico o el Museo del Prado, al igual que se hace con los Festivales de Música se puede hacer con los Literarios». Desde Efímera reclaman más apoyo para generar más propuestas. Que no todo el mundo quiera o necesite estar en la Feria de Madrid o en Sant Jordi.

Hemos pagado lo mismo que el resto, con los mismos plazos y dificultades, por lo que una seria de editoriales hemos estallado.

Alfonso Zuriaga, co-fundador de Altamarea —editorial firmante— comenta que el planteamiento de la Feria de por sí este año era «un poco loco», pero que la gente acepta las bases establecidas por la situación sociosanitaria. «No queremos vallas, pero hay que tragar. Les costaba mucho dinero hacer el recinto más grande y nos los iban diciendo con razones muy calculadas por motivos sanitarios». También afirma que «la mecha no prende por respeto ante las medidas Covid. Pero prende cuando Manuel Gil dice que tuvieron que elegir a dedillo a quiénes colocaban en el centro y a quiénes no. Hemos pagado lo mismo que el resto, con los mismos plazos y dificultades, por lo que una seria de editoriales hemos estallado». «Si realmente fuera por motivos estructurales o de salud, no estaríamos hablando de esto», añade.

Christina Linares, de la editorial Renacimiento, revela que se vuelve a Sevilla «con las 80 cajas llenas». «La zona central ha sido una zona fantasma. Solo pido empatía por parte de la organización», añade. Con un catálogo de 2.500 títulos y tres sellos editoriales, no sabe por qué le adjudicaron una caseta de tres metros.

Cicely es una de las editoriales que no tenía las condiciones mínimas para participar en la feria. Diana Acero, editora del sello, asevera que es evidente que debe haber una feria alternativa para dar respuesta a todos los editores pequeños, los que empiezan o aquellos que ya tienen un gran recorrido, pero que no tienen todas las posibilidades económicas de todos los actores de la cadena del libro. «Mientras que las desigualdades se mantengan así, y que el público de la feria reclame a los autores mediáticos y la cola sea de dos horas para ver eso, el resultado de tener una Feria como la de este año siempre será inevitable. Esto ya ocurre en Sant Jordi. Todo lo literario ya está siendo desplazado por lo mediato».

Alfonso Zuriaga participó este año en la Feria del Libro de Vallecas, donde las casetas eran gratuitas y compartidas con otras editoriales. A pesar de ello, salieron con éxito de tres semanas seguidas como feriantes. Además, pasaron un fin de semana en la Feria del Libro Independiente de Valencia, al aire libre, «organizativamente más razonable. Aquí el problema es la dinámica. Hay un silencio en el Gremio de Librerías porque no han creado consenso para dar respuesta a todo esto. En cambio, otras como Muga y otros participantes del gremio, como Pablo Bonet, están intentando reaccionar. Hay dos cosas que hacer: responder y pedir disculpas y afinar los criterio de cara al año que viene: ofrecer mayor transparencia».

Diana Acero también proclama que no podemos deben menospreciar desde las organizaciones o administraciones públicas la creación de una feria paralela y alternativa. «Porque no hay sitio, además el público que va ahí no lo demanda. Los libreros que van a la feria necesitan hacer caja. A la gente que le gusta lo indie busca lo indie. Y eso en la Feria del Libro de Madrid ni lo tienen ni lo demandan. Además, En las ferias más pequeñas no se tiene en cuenta tanto el descuento sino el hallazgo».

Esto ya lo dijo el librero de Muga (Vallecas), con el destape del pastel: Es necesaria una segunda feria para los pequeños, pequeños como los que participan en El Graf, en Efímera, La Fira Literal

En las ferias más pequeñas no se tiene en cuenta tanto el descuento si no el hallazgo.

El año pasado ya hubo revueltas sobre la celebración o no celebración de la Feria, dado que los libreros no querían montar sus casetas en el Retiro. Los libreros ya sabían, a expensas de ser quienes organizan la Feria, que esta podía ser «una situación que no podemos asumir, no podemos invertir 300.000 euros sin asegurar, en un montaje que las autoridades podrían tumbar en septiembre», explicaban fuentes de la organización de la feria el pasado 2020. Este año muchos libreros no querían acudir a la Feria porque coincidía con la campaña del libro de texto, pero no hay que dejar de lado que, aunque la titularidad de la feria es del Gremio de Libreros, su organización recae en la comisión de la Feria.

Pero, a pesar de toda esta polémica, tampoco podemos quedarnos con las injusticias, y es que la Feria se ha organizado y celebrado bajo unas condiciones muy diferentes a la de años anteriores, exponiéndose a unas inclemencias nunca vividas anteriormente y ante la incógnita del público, pues no ha sido fácil ni esperable que a pesar de las grandes colas para acceder al recinto la gente haya respondido. Ante esto, solo queda pensar en lo que los editores independientes han expuesto en todas sus declaraciones. El poco equilibrio que tienen junto a grandes grupos editoriales, una realidad que lleva años en este sector donde se encuentran unos y otros: el esfuerzo de algunos por mantener un espacio puede no verse compensada.

Reglamento 2021

En el reglamento de este año de La Feria del Libro de Madrid podemos encontrar, entre los artículos 9 y 10, los siguientes estamentos sobre transparencia, acceso a la información pública y participación.

Artículo 9. Criterios de adjudicación:

La Feria del Libro de Madrid se celebra en un espacio histórico protegido, y tiene acotado el espacio para su ubicación y desarrollo.

La comisión organizadora adjudicará las casetas entre los solicitantes que hayan sido admitidos a participar en la Feria, por el orden y de acuerdo con los criterios que se indican a continuación:

1. En primer lugar se adjudicarán las casetas que corresponden a cada librero.
2. En segundo lugar se adjudicarán las casetas que corresponden a cada distribuidor.

3. A continuación, se adjudicarán las casetas que corresponden a cada uno de los servicios de publicaciones de organismos oficiales e instituciones públicas y cualesquiera otras empresas, asociaciones profesionales, organismos públicos, patrocinadores que sean expresamente invitados por la comisión organizadora, teniendo en cuenta que a cada uno de los citados se le podrá adjudicar una caseta de tres metros de frontal.

4. Finalmente, se adjudicarán las casetas a los editores, de conformidad con lo previsto en el artículo 10.

Artículo 10. Adjudicación de casetas a los editores.

1. GRUPOS EDITORIALES

Los editores que formen parte del mismo grupo podrán optar a un máximo de nueve casetas de tres o cuatro metros de frontal cada una.

2. EDITORES INDIVIDUALES
Los editores que no estén integrados en un grupo podrán optar a una caseta por cada editor, teniendo en cuenta que:

— Las casetas que se adjudiquen a estos editores podrán ser de tres o de cuatro metros de frontal, en función de tres variables: fondo de títulos vivos en distribución, metros disponibles en el emplazamiento, y número de solicitudes recibidas.

— Los editores que no tengan un mínimo de 171 títulos vivos en catálogo no podrán optar a caseta propia individual. En consecuencia, para poder optar a una caseta, estos editores deberán agruparse, junto con otros, hasta un máximo de tres, hasta sumar un mínimo de 171 títulos vivos en catálogo, siendo condición para que se pueda dar esta agrupación, que, además, cada uno de los editores así agrupados tenga en sus catálogos al menos 25 títulos vivos y durante el año anterior hayan publicado al menos 3 títulos nuevos, tal y como indican las condiciones generales de participación.

— Podrán optar a una caseta de tres metros de frontal los editores que tengan un mínimo de 171 títulos vivos en catálogo. Para la obtención de este dato se consultarán diferentes herramientas del sector, como Cegal en Red, Todostuslibros.com, y Dilve, además, se podrá solicitar al distribuidor el listado de títulos vivos en distribución de cualquier fondo editorial para determinar la adjudicación.

— La adjudicación de casetas de 4 metros de frontal será decidida por la Comisión Organizadora y estará sujeta a los metros disponibles a ocupar en el recinto. La adjudicación de una caseta de 4 metros de frontal, caso de ser posible, se realizará atendiendo al orden de mayor a menor, en el que figure el cómputo de títulos vivos en distribución obtenido de las anteriores fuentes citadas, En caso de que dos editores tengan el mismo número de títulos vivos, su preferencia se determinará mediante sorteo. En el cómputo para la adjudicación de caseta no se tendrán en cuenta los títulos disponibles para descarga digital.

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