
Marta Porpetta, Ediciones Torremozas: «Publicamos a muchas poetas que están totalmente olvidadas y que no se ha reeditado su obra hace muchos años»

Ediciones Torremozas cumple 40 años publicando literatura escrita por mujeres.
A principios de la década de 1980 apenas figuraban mujeres en los catálogos editoriales, hasta que en 1982, de la mano de Luzmaría Jiménez Faro, nació Ediciones Torremozas con un claro objetivo: visibilizar a las escritoras en el panorama literario.
En poco tiempo, Torremozas fue respaldada por firmas como las de Luis Rosales, Ernestina de Champourcin, José Hierro, Leopoldo de Luis, Gloria Fuertes o Carmen Conde, quien confió en la labor editorial de Luzmaría hasta el punto de entregarle para su publicación Derramen su sangre las sombras, un libro que había permanecido inédito durante cincuenta años.
Desde aquel año de 1982 y hasta el presente, en el que se celebra su 40 aniversario, Torremozas ha realizado una importante labor de investigación para lograr la recuperación de textos inéditos de escritoras y la difusión de obras indispensables que habían caído en el olvido. Hoy por hoy, es un referente editorial, académico y cultural en relación al estudio de la literatura escrita por mujeres.
Por ello, desde Publishnews hemos hablado con la editora del sello, Marta Porpetta, hija de Luzmaría Jiménez Faro, fundadora de Ediciones Torremozas:
Marta, 40 años se dice pronto, pero has debido pasar momentos tanto dichosos como duros en la editorial: ¿has pensado en dejarlo alguna vez?
Una editorial que se dedica principalmente a poesía y además escrita por mujeres claramente tiene momentos difíciles, pero es algo con lo que hemos vivido desde el principio, sabemos cuál es nuestro espacio, y a pesar de esos momentos, nunca he pensado dejarlo. La editorial fue un proyecto de Luzmaría Jiménez Faro, mi madre, con la que empecé a trabajar desde muy joven, un proyecto que continúo con mucha ilusión.
Desde que Luzmaría inauguró la editorial, allá por 1982, hasta este año 2022, han pasado 40 intensos años, pandemia mediante: ¿Cómo han funcionado los libros —distribución, librerías, prensa— en este tiempo de alerta sociosanitaria?
Las librerías hicieron un esfuerzo titánico para seguir adelante en esos meses de pandemia, con actos y venta online, encuentros por zoom, mucha actividades en redes… y eso fue muy importante para ellos y para las editoriales. Las librerías son una plataforma fundamental para editoriales independientes como la nuestra, sobre todo aquellas librerías concienciadas en la importancia de dar visibilidad a estos libros que están fuera del circuito mediático de los grupos editoriales. En estas editoriales pequeñas se editan verdaderas joyas y son imprescindibles las librerías que las valoran.
Para una editorial especializada como Torremozas es muy importante que haya librerías que refuercen el catálogo y la política/esencia de la editorial. ¿Qué librerías de España te han apoyado más en el transcurso de estos 40 años?
Como he comentado antes, son muchas las librerías que apuestan por las editoriales independientes y que se esfuerzan por dar a conocer nuestros libros. Tengo muchas en la cabeza que podría mencionar, de toda España, pero son tantas que seguro que se me olvida alguna. Yo se lo agradezco muchísimo a todas desde aquí.
«Hace años no conseguí publicar a Alejandra Pizarnik, quizá es el momento de volver a intentarlo».
¿Qué relación mantiene Torremozas con los herederos de la mayor parte de las obras clásicas que se publican en la editorial?
En general tenemos una relación estupenda, con algunos incluso llegamos a tener una relación de amistad, más allá de la mera publicación, porque saben que nuestro mayor interés es que se lea y se conozca a las autoras, y muchos agradecen este recuerdo y este empeño para sus familiares escritoras. Editamos a muchas poetas que están totalmente olvidadas y que no se ha reeditado su obra hace muchos años. Nos interesa mucho ponerlas de nuevo en el panorama literario actual.
De los casi 1000 títulos publicados en la editorial. ¿Alguna vez te han puesto algún problema o no has podido hacerte con los derechos de alguna obra en particular?
Sí, siempre hay obras que están en tu lista deseos y no todas las consigues. Por mencionarte una, hace años no conseguí publicar a Alejandra Pizarnik, quizá es el momento de volver a intentarlo. Muchas veces los derechos están en manos de instituciones, agencias o grandes grupos editoriales y es complicado conseguirlos.
De esta enorme cifra de obras publicadas, ¿cuál destacarías como tu favorita y cuál volverías a editar?
Todos los libros de Torremozas me encantan, es imposible decidir cuál es tu hijo favorito, aunque si tuviera que decir tres quizá serían Belleza cruel de Ángela Figuera Aymerich, Las lenguas de diamante de Juana de Ibarbourou y Mujer sin Edén de Carmen Conde.
En Publishnews prestamos mucha atención a los premios literarios y en Torremozas se publican dos de poesía: Por un lado el Carmen Conde, y por otro el Concurso Voces Nuevas. ¿Se ha declarado alguna vez desierto el premio? ¿Cuál ha sido el mayor descubrimiento poético de la última década?
El Premio Carmen Conde lleva convocándose 39 años, se declaró desierto en una sola ocasión. En este premio han salido grande voces poéticas, tanto españolas como hispanoamericanas, es difícil mencionar solo a una. El concurso Voces Nuevas, para autoras que no han publicado nunca un libro de poemas, se lleva convocando 35 años y se seleccionan diez autoras, por tanto hemos publicado los primeros poemas de una gran cantidad de poetas que, muchas de ellas, han tenido una trayectoria importante después.
«Editamos a muchas poetas que están totalmente olvidadas y que no se ha reeditado su obra hace muchos años. Nos interesa mucho ponerlas de nuevo en el panorama literario actual».
También tenéis un premio dedicado al relato corto Premio Ana María Matute de Relato y el Premio Gloria Fuertes.
Sí, el Premio Ana María Matute de Relato lleva 32 convocatorias. Es para relatos de un máximo de 12 folios y se publica un libro con el relato ganador y seis o siete finalistas. Y el Gloria Fuertes está convocado por la Fundación Gloria Fuertes, desde hace 23 años, para autoras y autores menores de 25 años. El libro ganador se publica en Torremozas en la Colección Gloria Fuertes.
Se acerca la Feria del Libro de Madrid, que de nuevo se adelanta a su fecha habitual. ¿Cómo viviste el año pasado la Feria del Libro de Madrid? Tú tenías caseta propia y no estabas en ese centro al que muchos editores llamaron Espacio Experimental…
La Feria del Libro es un espacio al que nos encanta acudir, es el único momento en el que estás cara a cara con el lector y puedes hablar de tus libros y descubrírselos. Es muy importante para los editores. Afortunadamente a nosotros nos fue muy bien en la pasada Feria, tuvimos un buen sitio, pero sabemos que los editores que estuvieron en ese espacio no les fue bien. Fue una feria distinta y por suerte ese espacio ya no se volverá a poner.
«La subida del papel es algo que nos afecta a todos los editores. Intentamos mantener los precios y facilitar a los lectores el acceso a las ediciones».
¿Crees que con una mujer al mando de la feria del libro este 2022 se va a poner la poesía y la literatura independiente más en alza? Esta feria, para empezar, no lleva país invitado, ¿cómo crees que será?
Nos alegra mucho el nombramiento como directora de la feria de Eva Orúe, desde luego. Tenemos mucha confianza en que lo hará estupendamente y que habrá mucha cosas que mejoren.
¿Cómo se vive Torremozas desde fuera de España? ¿Hay interés o movimiento por parte de otros países por tu labor como editora?
En Hispanoamérica nos siguen con mucho interés, tanto autoras españolas como las hispanoamericanas que en muchas ocasiones no están editadas en sus propios países. También nos prestan atención desde el terreno académico de universidades ya que muchos de nuestros libros son fundamentales para investigaciones literarias. No solo por obras recuperadas, sino por los estudios introductorios, epistolarios, biografías, ensayos, etc., muchas veces acompañados de importante material gráfico.
Ahora mismo estamos atravesando un gran desabastecimiento de papel y cartón. ¿Torremozas está sufriendo esta situación? Ante esta situación, pregunta obligada: ¿subiríais los precios para subsistir o mantendrías los actuales para que los lectores siguieran consumiendo sin problema.
Sí, la subida del papel es algo que nos afecta a todos los editores. Intentamos mantener los precios y facilitar a los lectores el acceso a las ediciones. Nos interesa sobre todo que se lea a nuestras autoras, y hay que ponerlo fácil.
Por último… ¿Alguna novedad que puedas adelantar con las que celebremos este 40 aniversario?
En el número 350 de la Colección Torremozas hemos editado Cántico inútil de Ernestina de Champourcin, autora imprescindible en nuestra literatura y que se ha reeditado muy poco. Hemos estrenado el año también con un epistolario entre cuatro escritoras Carmen Conde, Josefina Romo Arregui, Alfonsa de la Torre y Amanda Junquera. Hemos editado el primer poemario de Pilar Paz Pasamar, Mara. Vamos a editar la poesía de María Dolores de Pablos, fundadora junto con Gloria Fuertes de Versos con Faldas, que ha permanecido inédita hasta ahora, un gran descubrimiento, su poesía va a sorprender. Y en teatro vendrá muy pronto Las gracias mohosas de Feliciana Enríquez de Guzmán, del siglo XVII. Y otras muchas cosas interesantes que iremos desvelando. Este año la lista de novedades es muy larga.