
Día 5. Los libros: agentes infiltrados, caballos de Troya llenos de cultura

La última jornada fue un día contrarreloj en Múnich, mientre se acercaba el Oktoberfest; tanto, que retrasamos a hoy la crónica del cierre del viaje. Ese día lo dedicamos a conocer las editoriales Random House y Bilandia-Open Publishing GmbH. Pero también fue el día de la despedida, cargada de reflexiones y conclusiones. Estas dos últimas editoriales nos dieron la sorpresa: Open Publishing fue la única editorial que nos habló en español y nos recibió con unas cervezas locales (esa noche comenzaba el Oktoberfest). Es una editorial diferente en muchos aspectos: no puedo negar que nos impresionó que uno de los editores nos recibiera con su bebé en brazos, mientras su esposa nos acompañó en la exposición. Una editorial nacida digital hace más de una década: 100 ebooks mensuales que distribuyen y comercializan, y que ocupa el edificio de una antigua editorial donde se imprimían sus propios libros. Por su parte, Bilandia se encarga del marketing online creativo. Una propuesta sugerente de la que tomar buena nota. Su directora de ventas y marketing nos contó que todos los editores se leen todos los libros para los que preparan las campañas: deconstruyen el libro para descubrir los mensajes que contienen. Con ellos se plantean distintos objetivos para atrapar lectores a través de la imagen y los medios (propios y de sus clientes) y con acciones de interacción, tanto con el público final como con una selección de influencers. En la presentación de la primera, Random House, nos quedó algo muy claro, una especie de revelación del subtexto de su presentación. Porque más allá del evidente poder económico y de todos los sellos que componen el grupo, cuando muestran la selección de títulos y autores de los que se enorgullecen, no hay ninguno español: ni de España ni de ningún país hispanohablante. ¿No hay en todo el mercado hispanohablante ningún libro que pudiera estar a la par de estos? ¿Qué es lo que no hemos hecho para no estar ahí? No es una cuestión de inútil chovinismo lingüístico, sino que en nuestro sector asistimos mansamente a una globalización meramente anglosajona —salvando a Murakami. Y siguen siendo títulos y autores que admiramos… porque hemos tenido la oportunidad de que se publiquen en nuestro país, Tanto LIJ, ficción y no ficción. Sus libros han llegado a nuestra casa y están llamando al resto, porque los conocemos y nos gustan. Sabemos muy bien qué tenemos que hacer para lanzar a nuestros agentes infiltrados tras las líneas y hagan ese mismo trabajo: las ayudas a la traducción y edición son esenciales. Acción Cultural nos las está preparando. Pensemos por un momento en la industria del cine español o la de las energías renovables, con qué ayudas cuentan —que incluso podía aún ser mejores—, el papel que juega nuestro país en esos sectores y el retorno que tiene cada euro de esa inversión. Este viaje, organizado por la Feria del Libro de Frankfurt, cuenta con la financiación del Departamento de Cultura del Ministerio de Exteriores alemán. Una acción como esta está sirviendo para que a corto y largo plazo se fomenten las relaciones comerciales y se fortalezcan las ya existentes, como reconocen todas nuestras editoras. ¿No es la industria del libro español un vehículo esencial para transmitir nuestra cultura y mejorar nuestra imagen al igual que estas otras industrias? A lo largo de estos días he escuchado como un mantra —en las distintas voces de las editoras— la necesidad de fomentar acciones conjuntas como esta. Que España vaya a ser el país invitado en 2021 la Feria de Frankfurt podría convertirse en un punto de inflexión, si se quiere aprovechar esta oportunidad y se le nutre de apoyos: las asociaciones, los gremios y la Federación tienen que actuar ya; el reto es enorme y queda poco tiempo. Pero son los editores quienes tienen que ser conscientes de esta oportunidad para proponer actuaciones a sus representantes. Las traducciones, las ventas de derechos, el libro digital, el audiolibro, el POD y la autoedición son nuestras fuentes de trabajo, y se nos dan bien. ¿Por qué no darle un impulso para llegar más lejos, en beneficio de todos? Escuchemos antes de la despedida las reflexiones de las protagonistas de esta aventura, las que tienen en sus manos esos libros que trabajarán para su beneficio y el de todos.Marifé Boix, vicepresidenta de la Feria de Frankfurt, inspiradora de esta iniciativa —quien ha compartido con nosotros cada momento— considera que se han cumplido los objetivos de este proyecto: «Han conocido la realidad editorial alemana de la LIJ a través de sus compañeras editoras, estableciendo nuevas relaciones y fortaleciendo las existentes. En segundo lugar, el mero hecho de que este grupo de editoras que se ha conocido y convido en este viaje ya sirve para crear un grupo con conciencia propia que puede llegar a tener su propia voz. Y sobre todo, se ha constatado la necesidad de incentivos para la edición y la traducción tanto para la participación de España en nuestra feria en el 2021 como para los años siguientes, porque sin continuidad, sin las visitas de autores y promociones posteriores, las editoriales extranjeras se quedarán solo con la promoción puntual y casual, sin que haya servido realmente para asentar la presencia de los títulos españoles en el exterior. El 2021 está aquí al lado: hay que empezar a trabajar ya.» Gersche Wendebourg, la directora de derechos de Random House, nos lo dijo muy claro: «Que un título tenga apoyo para su edición o traducción es clave para elegirlo».Ester Sebastián (Loguez Ediciones, Salamanca): «Ha sido maravilloso conocer tan de cerca los entresijos del mercado editorial alemán. Muy enriquecedor hablar con editores, responsables de marketing y derechos, tanto por conocer su forma de trabajar como por tratarles en persona. Tan bueno como el intercambio de experiencias entre las editoras españolas, compartiendo nuestros aciertos y errores diarios. Un privilegio participar en la expedición al centro de la LIJ alemana». Alba Besora (Pagès, Barcelona): «Cinco días llenos de aprendizaje: no solo de las editoriales que hemos conocido, sino también de mis compañeros.» Gonçal López-Pampló (Bromera, Valencia): «Un gran aprendizaje gracias a la generosidad de todas las editoriales implicadas, el buen rollo de las editoras españolas y la gran acogida de la organización.» Núria Albesa Valdes (La Galera, Barcelona): «Este viaje ha representado una oportunidad única para estrechar lazos con profesionales nacionales e internacionales. Es una suerte haber conocido a gente tan honesta y responsable.» Ada Soler (Montena, Barcelona): «Ha sido toda una experiencia enriquecedora tanto por lo compartido con mis compañeras como por las visitas. Ha servido también para desmitificar la edición de la LIJ alemana y comprobar que tratamos algunos aspectos —la estética o las tendencias— de modo diferente.» Alicia Soria Rodón (Destino, Barcelona): «La pasión por los libros es universal. Ha sido estupendo compartir con colegas alemanes el gusto por un oficio siempre fascinante.» Ana Laura Álvarez (Siruela, Madrid): «Ha sido un encuentro muy gratificante en lo personal y profesional. La aproximación a las piezas clave del mundo editorial alemán nos ha permitido comprender mejor cómo funciona este mercado tan potente, de raíces tan antiguas, pero dinámico. Esta experiencia ha sido aún más enriquecedor gracias a la oportunidad de compartir reflexiones, anécdotas y proyectos con colegas españoles. Me siento afortunada y agradecida por haber participado, y orgullosa y feliz por ser quienes hacemos disfrutar a los primeros lectores.» Reina Duarte (Edebé, Barcelona): «Esta experiencia nos ha servido para demostrar que debemos apostar por la internacionalización de nuestra LIJ.» Sonia Antón (Maeva, Madrid): «Me alegra comprobar que compartimos con los editores de LIJ alemanes las mismas inquietudes —no tanto la estética de la ilustración—, el mismo cuidado y calidad de los libros y la idéntica pasión por nuestro trabajo.» Isabel Carril (Bruño, Madrid): «Una gran oportunidad para conocer el mundo editorial alemán, sus retos y diferencias» Aprovecho este espacio, en nombre de quienes hemos asistido a esta experiencia, para dar nuestro más sincero agradecimiento a Dieter Schmidt, coordinador de este viaje. Ha sido la persona que se ha ocupado de todos y cada uno de nosotros desde antes que la aventura comenzara; ha estado pendiente de cada paso que dábamos para llevarnos, conducirnos, subirnos y bajarnos de trenes, metro y tranvías, quien nos ha invitado a probar lo mejor de la cocina alemana y con quien hemos compartido los mejores momentos en los que siempre nos ha regalado su mejor sonrisa desde sus 1,90 metros. Gracias, Dieter. Las reflexiones de este viaje están en sus manos. El 2021 puede ser un punto de inflexión para la edición española. Solo tenemos que enviar nuestros caballos de Troya, nuestros libros, para que en el exterior disfruten y se enganchen tanto a nuestra cultura como a los molinos de viento a o los estos renovados don Quijotes.