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CONTEC México, tras la huella digital de nuestros libros

CONTEC México, tras la huella digital de nuestros libros

A los seres humanos nos gusta contar historias, es algo natural buscar que un relato perdure, ya sea en forma oral, impresa o audiovisual. Las narrativas transmedia también son una forma del relato, son herramientas que nos permiten que una narración se expanda mediante los más diversos lenguajes, medios y plataformas de comunicación. Por cuarto año consecutivo, México vive la experiencia CONTEC, un programa mundial de La Frankfurter Buchmesse ─Feria del Libro de Frankfurt─ que busca crear un espacio dedicado a todo lo relacionado con el sector editorial para fortalecer y consolidar el mercado del libro a nivel mundial. Con una vista privilegiada del corazón Histórico de la Ciudad de México, dentro de las instalaciones de El Centro Cultural España surgieron una serie de conversaciones, encuentros y mesas redondas que sirvieron para resaltar la importancia de los metadatos, las oportunidades y los desafíos que suponen a diversas escalas. Los ejes temáticos a partir de las Narrativas Transmedia y la llamada Inteligencia Artificial reforzaron la relación que establece lo editorial con otras industrias creativas como el cine y la televisión. CONTEC México abrió la discusión en cuanto a tecnologías y modelos de negocio que permitan un manejo menos complejo de ese conjunto estructurado de datos sobre datos que nos describen la existencia de un libro. La mesa En la mesa redonda «La era de los datos como inteligencia de negocios para la industria del libro» se abordó la necesidad de los metadatos para tomar decisiones, para ser visibles y obtener la información que permita analizar a los lectores, dejando atrás el Excel y aprovechando el trabajo estadístico que permita sacarle provecho real a las tecnologías o inteligencias artificiales. Al respecto, Marianela Camacho, de editorial Costa Rica habló de su experiencia como editora y del reto de trabajar con bases de datos analógicas para después adoptar un nuevo modelo de negocio que alcanzará no sólo para el mercado interno sino para proyectarse a nivel mundial. Tomás Granados, director editorial de Grano de Sal se refirió a los metadatos como ese eslabón que permite a los editores dar a conocer lo que publican, más allá del análisis de ventas, son vistos más bien como una herramienta de difusión de lo publicado. Para Granados la parte medular es la sistematización y la estandarización de los mismos para tender lazos de colaboración óptimos con las librerías y llegar de forma eficiente al lector-consumidor final. Granados mostró a los asistentes una lámina con un primer catálogo de metadatos que se preparó para un editor en Frankfurt de 1564, pero el origen mantiene la idea esencial de hacer presentes y clasificables los libros. También confesó que «los editores ponen mucho énfasis en la calidad del producto terminado, en la portada, la calidad del texto y por estar más concentrados en el objeto, olvidan que ese objeto en lo que se ha puesto tanto cariño y tanto cuidado intelectual, vive en un entorno de descripción del objeto, del retrato hablado de los libros». En su intervención, Rodrigo López Ramírez, director general de Librerías el Sótano señaló que trabajar con la ficha técnica de un libro en Excel puede parecer un recurso arcaico, pero en México se sigue haciendo así, se escanea la portada, se captura manualmente y así logra sumarse a un catálogo. Frente a este panorama, desde hace un año, Librerías el Sótano trabaja con Metabooks, pues es necesario y urgente estar al día en los procesos. La idea es hacer equipo y apoyar a las editoriales, trabajar juntos. El proceso llevará tiempo, pero ya comenzamos. La colaboración con Metabooks nos ha permitido tomar decisiones en todos los niveles, desde perfilar la sucursales de acuerdo con la zona geográfica en la que están y al público que las frecuenta; además es posible predecir la demanda, tener una brújula para montar exhibiciones y la parte esencial «a los clientes que son fundamentales para nosotros, les permite encontrar el libro y títulos afines que están buscando de la manera más sencilla y eficiente posible». Carlos Rojas resaltó la importancia de la utilización adecuada de los metadatos que es la información de cualquier producto que puede leerse o entenderse desde cualquier sistema. Las herramientas digitales en las que se vierten esos datos son las que permiten entrelazar la información, eso es lo que origina las búsquedas. Todos buscamos en Google y en esos buscadores se hace un algoritmo que lee los metadatos que arrojan resultados de búsqueda. El libro es un producto cultural, que requiere información específica desde título, autor y precio hasta detalles como quién realizó la traducción, si alguien escribió la introducción, si es una edición anotada o qué artículos de prensa están relacionados. El aumento en la venta es progresivo porque más gente realizando búsquedas tiene más posibilidades de encontrarse con ese libro, con ese texto que se produce, distribuye y consume. En conclusión, los metadatos no son una solución mágica, pero es un importante eslabón en la cadena del libro que fortalecerá la industria editorial mexicana. En el caso alemán funciona desde hace 50 años, antes de que la palabra metadatos fuera concebida como ahora. En España funciona y en América Latina aún está en ciernes con el caso brasileño de avanzada, sin embargo, la situación histórica, social y económica de cada país determinará el -cómo- hacer una herramienta verdaderamente funcional para la industria del libro en México y en Latinoamérica. Con la determinación de impulsar la industria de esta región, Marifé Boix García vicepresidenta de la Feria del Libro de Frankfurt abrió el diálogo y estimuló el libre flujo de pensamiento a través de CONTEC, donde se concibieron valiosas propuestas para construir y fortalecer una cultura global sobre la importancia y la utilidad de los metadatos en la industria editorial.

 

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