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Comienza la cuenta atrás para la librería porteña "Clásica y Moderna"

Comienza la cuenta atrás para la librería porteña "Clásica y Moderna"

Clásica y Moderna | © Ministerio de Cultura, Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos AiresLa librería porteña «Clásica y Moderna», que llevaba 80 años abierta al público en la Avenida Callao, echó ayer el cierre debido a las deudas. La librería recibió una orden de desalojo debido al impago del alquiler y otras deudas que alcanzan los 700.000 pesos (alrededor de 16.000 euros). «Clásica y Moderna» era un referente cultural en la capital argentina. Entre sus clientes, visitantes y amigos se contaban figuras de las letras y la música como Bioy Casares, Alfonsina Storni, Jorge Luis Borges, Alejandra Pizarnik, Joaquín Sabina o Joan Manuel Serrat. Sin embargo, el cierre no tiene que ser definitivo. El administrador del local, Fernando Monod, tiene 30 días para hacer frente a la deuda y mantener abierta una librería que es, además, un símbolo de la ciudad de Buenos Aires. La historia de ·»Clásica y Moderna» se remonta a 1938 cuando el español Francisco Poblet y su mujer, Rosa Ferreiro, inauguraron este negocio en el número 400 de la avenida Callao. Más tarde, comprarían el local que ayer bajo la persiana, en el número 892 de la misma avenida. Francisco Poblet murió en 1980 y el negocio recayó en sus hijos. Natu y Paco. Paco también fallecería y Natu se encargó de la administración junto a un socio, el empresario Horacio Haran. En la actualidad el negocio estaba en manos del marido de Natu ─ella falleció hace 2 años─ Alejandro Monod, aunque la gestión la llevaba su hermano Fernando. Según cuenta Fernando Monod a ‘Página12’ al encargarse ellos de la librería se encontraron con unas deudas incapaces de pagar y que, aunque buscaron un socio para poder seguir adelante con el negocio no lo encontraron. «Clásica y Moderna» había sido declarada Sitio de Interés Cultural de Buenos Aires en 1988; y en 2004 fue distinguida con una Mención Especial Letras por la Fundación Konex. La noticia del cierre de la librería ha corrido como la pólvora entre el mundo de la cultura argentina y son muchas las peticiones para salvar el negocio. El reloj ya ha empezado a correr para «Clásica y Moderna». Cada día que pasa es un día más cerca del cierre definitivo. 30 días para encontrar un socio que pueda salvar el negocio. Es posible que la solución venga de las manos de la propia ciudad de Buenos Aires. Ayer, Enrique Avogadro, Ministro de Cultura de la ciudad de Buenos Aires, publicaba en twitter una fotografía junto a Fernando Monod, en el que ofrecía la ayuda de su gobierno para mantener en marcha «Clásica y Moderna». ¿Podría pasar la librería a ser propiedad de la ciudad? Es una opción, una opción interesante que responde a la necesidad de mantener un símbolo con vida. Sin embargo, yo me pregunto: ¿Es necesario que una librería histórica se vea obligados a cerrar para que los gobiernos se interesen por ella? ¿Es necesario el ruido en las redes sociales y los medios de comunicación para que los políticos den un paso al frente en la salvaguarda de los espacios culturales de referencia de la ciudad? ¿No pueden nuestros gobiernos tomar políticas preventivas, ayudas y subvenciones para que no tengamos que seguir informando día tras día del cierre de librerías?

 

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