
La Cámara Venezolana del Libro pide que escuelas públicas no dependan de la Colección Bicentenario

El presidente de la Cámara Venezolana del Libro, Julio Mazparrote, considera que las escuelas públicas deberían tener acceso a textos de editoriales privadas y no depender exclusivamente de la Colección Bicentenario, que lleva, al menos cinco años, sin salir al mercado. Mazparrote, en entrevista para Radio Fe y Alegría Noticias, explicó que la Cámara Venezolana del Libro ha estado en conversaciones con el Ministerio de Cultura con el fin de reintroducir textos impresos en todas las instituciones educativas del país. Según Mazporrote, las editoriales están dedicadas a proveer libros a las instituciones privadas, que representan solo el 20 % de la población estudiantil, señaló Mazparrote.
Mazporrote señaló que esto dinamizaría la industria editorial venezolana, generaría empleo, y atraería el apoyo financiero de individuos, empresas e instituciones para que los textos lleguen gratis a los estudiantes. Al mismo tiempo que afirmó que la industria del libro del país se mantiene en decadencia, con las imprentas operando con una capacidad de 15% a 20%, situación que ha provocado el cierre de librerías. Mientras que otras se han adaptado al diversificar sus ofertas con la venta de, por ejemplo, juguetes y así mantener sus ingresos. Mazparrote informó que solo 15 o 20 librerías están adscritas a la cámara y solo hay 30 afiliados de los 110 que se registraban en 2010.
La batalla por los libros educativos en las escuelas es algo que se está viviendo de manera muy patente en América Latina. Si hace un mes, la CANIEM presentaba un amparo contra la exclusión de la industria editorial mexicana en el programa de textos de secundaria, o hace menos de una semana la industria editorial de Argentina celebraba el Proyecto de Financiamiento Educativo; ahora es el turno de la industria venezolana, una industria editorial menos conocida que, excluida del sistema educativo tiene cada día más difícil su supervivencia.