
Ayer finalizó la 38ª edición de FILSA marcada por la ausencia de importantes editoriales y la incertidumbre para 2019

Cierra la 38ª edición de Filsa marcada por la ausencia de grandes editoriales | ©FilsaTras 18 días de encuentro literario, el pasado domingo 11 de noviembre, concluyó la 38ª edición de la Feria Internacional del Libro de Santiago. El fin de semana de cierre,la Feria celebró la Fiesta Peruana como agradecimiento al Perú que fue el País Invitado de Honor de Filsa. La Feria Internacional del Libro de Santiago, concitó el interés de miles de personas que asistieron, compraron libros y participaron en las más de 500 actividades que ofreció el Programa Cultural a través de distintos formatos: charlas, talleres, presentaciones de libros, conversatorios, homenajes, música, cine y teatro entre tantas otras, que nutrieron y dieron vida a Filsa este 2018. El programa fue protagonizado por más de 1.400 autores, académicos, historiadores, comunicadores, editores, profesores, ilustradores, mediadores de lectura, músicos y artistas, entre ellos 65 escritores extranjeros. FIlsa con el apoyo del Ministerio de Las Culturas, las Artes y el Patrimonio y el Consejo Nacional del Libro y la Lectura, realizó las Jornadas Profesionales de Educación y Fomento Lector, Ilustración y Edición los días 29 y 30 de Octubre con un total de 22 actividades, en las que participaron numerosos profesionales chilenos e invitados internacionales. La Cámara Chilena del Libro desarrolla estas Jornadas Profesionales hace 23 años en Filsa, instancia dedicada a apoyar la formación de profesionales y la gestión de las empresas del sector. En el marco de Filsa, la Cámara Chilena del Libro entregó el Premio a La Edición 2018 en su versión número doce. El Premio reconoce el trabajo editorial chileno en tres categorías No Ficción (adultos), Ficción (adultos) e Infantil. El Jurado estuvo integrado por Armando Roa de la Fundación Vicente Huidobro, la ilustradora Sol Díaz y Pedro Pablo Zegers, Director de la Biblioteca Nacional. Los libros premiados en esta ocasión fueron en categoría de no ficción, Alameda de ida y vuelta de Vicente José Cociña (Letra Capital Ediciones); en ficción, Los Multipatópodos de Yosa Vidal y Luis Vidal (Ediciones Overol); y en infantil, Mientras un lobo le canta a la luna de Sebastián Ilabaca, Álvaro Núñez y María José Santander (Editorial Hueders). Esta edición de Filsa estuvo marcada por la polémica que produjo la ausencia de importantes editoriales, como consecuencia de ello la feria tuvo una menor asistencia de público en sus días iniciales. Esta fue la feria en que explotó la crisis del gremio del libro en Chile. Desde sus inicios, la Cámara Chilena del Libro ha organizado Filsa y, mientras la entidad fue la única que agrupaba a editores, libreros y distribuidores, su gestión sorteaba problemas y críticas. La separación en 2001 una facción de editoriales creó la Asociación de Editores Independientes Universitarios y Autónomos, la acaecida en 2013 donde los sellos más pequeños se unieron en la Cooperativa de Editores de la Furia; y la ruptura final, en 2015, en la que las casas editoriales más grande dejaron la Cámara para formar la Corporación del Libro y la Lectura; crearon tensión en el marco de la Feria hasta que en agosto, decidieron no participar de la misma. Una vez echado el cierre de esta edición, se hace vital un replanteamiento de la feria para que Filsa represente, en 2019, la totalidad del ecosistema del libro chileno.