
Apoyo por parte de la IPA y de las instituciones del Báltico a los editores de Ucrania y Rusia

Ante la ruptura de toda relación institucional por parte de las ferias de Bolonia, Londres y Frankfurt, la IPA ha respondido.
El domingo, las organizaciones del libro de los países bálticos, que representan a autores de libros, editores y otros profesionales, de Estonia, Letonia y Lituania, publicaron una carta abierta a las ferias del libro de Bolonia, Londres y Frankfurt para que mostraran su apoyo a Ucrania rompiendo los contactos con las instituciones de la Federación Rusa. La carta fue firmada por el Instituto de Cultura de Lituania, la Casa Internacional de Escritores y Traductores de Letonia, el Centro de Literatura de Estonia, las secciones lituana, letona y estonia del Consejo Internacional del Libro Juvenil (IBBY) y el Centro de Literatura Infantil de Estonia. Ante todas estas movilizaciones, la IPA también se une a las cartas de apoyo a Ucrania y a los editores de Rusia.
Estas fueron las palabras del director de la Feria del Libro de Frankfurt, Juergen Boss:
«Los organizadores de la Feria del Libro de Frankfurt condenan el ataque de Rusia a Ucrania ordenado por su presidente Vladimir Putin. Contra la invasión de la Federación Rusa a Ucrania, una violación internacional de la ley, la Feria del Libro de Frankfurt ha suspendido la cooperación con la institución estatal de Rusia a cargo de la organización del stand colectivo de Rusia en al Buchmesse. La Feria del Libro de Frankfurt garantiza a las editoriales ucranianas todo su apoyo».
Por su parte, la Feria del Libro Infantil de Bolonia publicó en la página de Facebook de Editores sin Fronteras: BCBF, Bolognabookplus y BLTF están siguiendo muy de cerca los acontecimientos actuales en Ucrania y extienden su empatía y apoyo a todos los afectados en nuestra industria. Como siempre, nuestra misión es construir puentes entre culturas y personas, en condiciones de paz y armonía. Junto con todos los integrantes de la industria mundial del libro, nuestros pensamientos están con los editores, los escritores y todos los que trabajan con libros, en Ucrania, y también con nuestros colegas de la industria del libro en Rusia, que se encuentran en una posición difícil y dolorosa en la actualidad».
También Georgia se ha posicionado con la siguiente carta: «Nosotros, editores y libreros georgianos —los ciudadanos de Georgia— que hemos experimentado las devastadoras consecuencias del imperialismo y la agresión rusos, expresamos nuestro apoyo incondicional a la lucha del pueblo ucraniano contra la Rusia de Putin. Comprendemos que este proceso requiere un enorme sacrificio y está asociado a la tragedia humana de cada ucraniano, pero creemos firmemente que esta guerra conducirá a la derrota del imperio del mal. El pueblo georgiano expresa su pleno apoyo a la unidad y la soberanía de Ucrania a través de manifestaciones a gran escala en las principales ciudades de Georgia. Condenamos la agresión militarista de la Federación Rusa contra un país europeo independiente. Estamos con el mundo civilizado. Apoyamos a los valientes y admirables guerreros, por el humanismo, la educación, la igualdad, la libertad y un futuro pacífico».
El mediterráneo no iba a faltar a esta cadena de apoyos. La Asociación Italiana de Editores (AIE) anunció su solidaridad con la población ucraniana. El presidente Ricardo Franco Levi dijo «La guerra en Europa nos retrotrae a años y acontecimientos históricos que nunca quisimos revivir. La paz es la condición previa y al mismo tiempo el fruto de la libertad de pensamiento y de expresión, valores que están en el corazón de la democracia y la misión de todo editor. Nuestros pensamientos se dirigen a las mujeres y los hombres ucranianos, en particular a nuestros colegas editores y al mundo de la cultura en su conjunto, comprometidos a mantener viva la conciencia de un pueblo hoy bajo las bombas».
La Asociación Internacional de Editores responde
José Borghino, secretario general de la Unión Internacional de Editores, ha publicado una carta en la que responde a la invasión rusa de Ucrania y a la petición de apoyo de la Asociación de Editores y Libreros de Ucrania.
Borghino escribió: «Condenamos esta criminal invasión rusa en los términos más enérgicos posibles. La IPA se fundó con la intención de apoyar la paz. Nuestro primer presidente, Georges Masson, declaró en nuestro Congreso inaugural de 1896 que el ‘primer Congreso Internacional de Editores […] es una de las muchas reuniones cuyo propósito es multiplicar las relaciones pacíficas entre las naciones, al fomentar la tendencia visible de los pueblos a unirse cada vez más mediante una comunidad de intereses’. Nada en los 125 años transcurridos ha cambiado esta postura».
Bodour Al Qasimi, actual presidente de la IPA, añadió: «La IPA se solidariza con los editores en peligro en todo el mundo y, especialmente en este momento, con nuestro miembro en Ucrania, la Asociación de Editores y Libreros de Ucrania. Estamos siguiendo la evolución de los acontecimientos y debatiendo cómo puede la IPA ayudar al máximo a nuestro miembro. En tiempos de paz, los libros tienen una poderosa fuerza de unión. En tiempos de conflicto, los libros son aún más importantes para fomentar la esperanza, apoyar la reconciliación y cimentar la paz».
Iniciativas de apoyo
En solidaridad con Ucrania, hay un movimiento en las redes sociales que pide a los editores de todo el mundo que publiquen fotos de títulos ucranianos que hayan traducido y publicado.
Numerosas editoriales de los países vecinos de Hungría, Polonia, Rumanía y Eslovaquia se ofrecen a recoger a los refugiados en la frontera y ayudarles a encontrar refugio y apoyo. Se puede encontrar información al respecto en la página de Facebook de Editores sin Fronteras.
La Asociación de Bibliotecas de Ucrania también ha hecho un llamamiento a las bibliotecas de Europa y de todo el mundo para que luchen contra la desinformación. La Unión Europea está estudiando la posibilidad de prohibir la emisión de RT (Russia Today), el servicio de comunicación en inglés patrocinado por el Estado, que también está disponible en las cadenas de televisión estadounidenses.