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Alicia de la Fuente: «El rescate de escritoras es algo titánico, pero vamos a hacer todo lo posible para tener sus voces en el catálogo»

Alicia de la Fuente: «El rescate de escritoras es algo titánico, pero vamos a hacer todo lo posible para tener sus voces en el catálogo»

Hablamos con Alicia de la Fuente, fundadora de la Editorial Espinas, un proyecto que propone una labor de arqueología entre el silencio impuesto a obras escritas por mujeres, algunas descatalogadas, otras nunca traducidas y otras simplemente olvidadas.


Alicia de la Fuente, editora y fundadora de la Editorial Espinas empezó con un blog durante la pandemia, Escritoras en la historia. Fue en los momentos de aislamiento y de trabajo con su blog cuando sintió que había —y hay— un vacío en el relato de la literatura porque no hay referentes femeninos ni los siente ahora ni los sentía de niña. Por ello, ha creado la Editorial Espinas. En el manifiesto que aparece en la web de Espinas podemos leer lo siguiente:

«Las niñas lectoras no han contado con la presencia de mujeres en dicho canon, por lo que consideramos que han podido sentir reparos para expresar que ellas mismas deseaban alcanzar tales logros en el campo de la literatura. Hoy, qué duda cabe, se ha feminizado en gran medida la literatura. Son muchas las escritoras que ya copan páginas y páginas en periódicos y revistas. Bajar a una librería es encontrarnos un bello crisol de autoras que ocupan crecientes filas de admiradores entre la comunidad lectora. Sin embargo, la historia que nos cuentan sigue sin modificarse. Ahí nace Editorial Espinas. Esa espina que, desde niñas, nos ha removido e inquietado. Que sí había autoras, que solo teníamos que buscarlas».

¿De dónde nace el impulso por y para aventurarte en el mundo editorial?

A partir del blog que llevaba, Escritoras en la historia, me di cuenta de que buscaba autoras a las que reseñar pero me costaba mucho encontrar libros porque eran viejos o difíciles de hallar. Hablamos, por supuesto, de mujeres olvidadas, libros que forman parte de la historia de la literatura universal.

Al darme cuenta de lo que me costaba encontrar los libros que quería, hice un curso de edición y después lancé el proyecto, que preveía viable y era mi sueño. Siento que está teniendo una acogida buena, dentro del mundo editorial independiente español, que ya es costoso…

«Por ahora me centro en la arqueología literaria».

¿Cuál es la línea editorial de Espinas?

Me quiero centrar en la literatura de rescate aunque no descarto recibir manuscritos de mujeres que escriben en la actualidad y no tienen espacio en el sistema actual, pero esto mucho más a largo plazo. Por ahora me  ocupo de la arqueología literaria.

Hablas de la editorial en términos muy individualistas, ¿tienes más ayuda en el proyecto?

Sí, actualmente solo somos mujeres: yo misma, editora fundadora; Eva Sanchís, que lleva la parte de diseño web y contenidos SEO y Jana Domínguez, que es la ilustradora de las cubiertas de los libros.

La editorial es muy reciente, por lo que solo cuentas con dos libros en tu catálogo…

Sí. Contamos con Dostoiesvki, mi marido de Ana G. Dostoievskaia y Blanca Sol de Mercedes Cabello de Carbonera.

Lo que quería ilustrar con estos libros es el origen de la editorial, además, casualmente nos encontramos en el año del bicentenario de Dostoiesvki y resulta que su mujer no estaba publicada en España. Este fue el origen del catálogo. Me parecía muy interesante ver el punto de vista de su mujer, dado que es la biografía más intima a la que podemos acceder.

Al juntar estas memorias de Rusia con el libro de la autora peruana Mercedes Cabello (ambas de la misma época) podemos notar cómo en partes tan distintas del mundo han desaparecido las mujeres totalmente del relato y por qué.

¿Y por qué no se les da voz?

El por qué es fácil: eran mujeres. En el caso de Mercedes Cabello no se conocemos mucho de su vida pero lo que conocemos es que cuando escribió se la vilipendió porque el libro —y esta es una reflexión mía como editora— traslada la pregunta de qué pasaría si hubiera un Don Juan femenino. El libro trata de dar respuesta a esta pregunta.

¿Qué libros seguirán marcando camino Editorial Espina?

Por ahora, libros de autoras latinoamericanas. Es muy difícil acceder a lo que quiero o necesito, por lo que me dedico a buscar por Internet, a leer artículos antiguos. Por ejemplo, a Mercedes Cabello la encontré porque estaba buscando libros sobre la expresión de la maternidad en la literatura latinoamericana. El rescate de escritoras es algo titánico, pero vamos a hacer todo lo posible para tener sus voces en el catálogo.

«Debería haber más bibliodiversidad comenzando por el espacio y la organización de las librerías».

¿Qué libros te hubiera gustado publicar en tu editorial?

Me hubiera gustado publicar a Clorinda Matto de Turner, que fue publicada en septiembre. La historia de esta autora también peruana me hubiera encantado publicarla a mí. También a la española María Lejárraga (Renacimiento) o Concha Espina (también publicada en Renacimiento). Pero llevo bien que estos libros, aunque no estén en nuestro catálogo, convivan en la actualidad con él, de otra forma.

¿Te sientes apoyada por la industria del libro?

En absoluto. Siento que no hay ayudas. Para las editoriales emergentes hay muchos escollos, todo es pagar y todo es complicado. También siento que no ponen nada fácil. Por ejemplo, antes el ISBN era gratuito (como en Venezuela en la actualidad). El Dilve lo tienes que tener sí o sí porque si no no salen metadatos en la tienda online…

No me puedo asociar a ningún gremio porque a pesar de las ventajas que ofrecen, no me compensa económicamente. Si nos lanzamos a crear estos proyectos deberíamos tener mas ayudas de Cultura. Estoy mirando también ayudas en los países de las autoras publicadas, pero no encuentro nada, igual cometo errores de novatilla al empezar, pero creo que le pasa hasta a editoriales que llevan más de dos años en el mercado…

¿Qué opinas de la bibliodiversidad? ¿Crees que las librerías apoyan a las editoriales más pequeñas?

Todo es falso. Si no tenemos un espacio y no se nos apoya desde dentro, con rotaciones de libros, dejando a un lado las novedades, no vamos a llegar a los lectores. Ojala se nos diera la oportunidad. Yo no voy a publicar 24 libros al año, por lo que sería importante tener representación en librerías. Los lectores y lectoras si quieren un premio Planeta o un libro de editoriales más notorias o con representación en el mercado van a ir a por ellos, sí o sí. No necesitan buscarlo en la librería, saben que estará. Por lo que debería haber más bibliodiversidad comenzando por el espacio y la organización de las librerías.

Las batallas las tenemos algo perdidas con esto. Ojalá cambie.

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